La Empresa Nipro Medical Corp. (Sucursal Guatemala) demandó desde el 2015 a la empresa Sabiapharma S.A. de Gustavo Alejos. Foto La Hora

Hoy se cumple un año del día en que debieron asumir los nuevos magistrados electos por el Congreso tras aquel proceso de postulaciones que resultó pestilente. Y muchos se rasgan las vestiduras, culpando a la Corte de Constitucionalidad, especialmente todos los que salían beneficiados con la elección amañada, afirmando que todo es culpa de esa vilipendiada CC que dejó sin efecto el trabajo de las Comisiones de Postulación debido a los arreglos bajo la mesa que se fueron dando en el proceso para garantizar la conformación de Cortes sometidas al régimen de impunidad.

Señalar a la CC como causante es pasar por alto todos los vicios ocurridos y es ocultar la predominante figura de un Gustavo Alejos que, como se demostró en una investigación de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, se reunía en el hospital que tenía por cárcel con los aspirantes para hacer compromisos con los que dijeran sin lugar a dudas que serían jueces al servicio de la impunidad que tanto necesitan los que siempre la han gozado en este país, con excepción del breve período en el que las investigaciones de la CICIG forzaron a que se conocieran casos paradigmáticos.

Antes de tomar posesión los actuales diputados, el mismo Gustavo Alejos fue, junto a Sandra Torres, coordinador del acuerdo que hicieron el oficialismo y otros partidos para asegurar la mayoría parlamentaria que les permitió elegir a la actual Junta Directiva. El plan era perfecto porque no sólo se tenía apalabrados a los que serían los magistrados de la impunidad, sino se tenía comprometidos a los diputados que votarían por ellos. Pero todo se vino abajo con esa investigación de la FECI, lo que explica en alguna medida el tremendo odio que tienen a Juan Francisco Sandoval y a quienes trabajan en esa peculiar y efectiva fiscalía.

No se puede hablar de un año sin elección de Cortes sin mencionar esos factores porque la CC lo que hizo fue detener un proceso amañado que, sin embargo, volvió a ser amañado y con más firmeza desde la “prisión” de Gustavo Alejos. Y la CC instruyó al Congreso sobre cómo proceder para realizar la elección, pero la mayoría que formó ese mismo Alejos se opone porque quedan fuera todos los que ya habían recibido su “bendición” luego de asumir el compromiso de que serían magistrados al servicio del Pacto de Corruptos que dirige la dictadura de la corrupción en Guatemala.

De todo eso no dicen nada todos los del pacto que se centran cínicamente en renovar ataques a la CC.

Redacción La Hora

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