Por EDITH M. LEDERER
Agencia (AP)
La economía mundial podría contraerse 0,9% este año debido a la pandemia del coronavirus, un cambio brusco respecto al pronóstico anterior a la pandemia que preveía un crecimiento del 2,5%, informaron las Naciones Unidas.
El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU advirtió en un nuevo informe que la caída podría ser aún más profunda si las restricciones a las actividades económicas se extienden al tercer trimestre, y si las medidas fiscales implementadas como respuesta no logran apuntalar los ingresos y los gastos de los consumidores.
En comparación, señaló, la economía mundial se contrajo 1,7% durante la crisis financiera mundial de 2009.
«Los temores a la propagación exponencial del virus y la creciente incertidumbre sobre la eficacia de varias medidas de aislamiento han sacudido a los mercados financieros de todo el mundo», apuntó el informe. «haciendo que la volatilidad del mercado supere el punto máximo que tuvo durante la crisis financiera mundial y los mercados de capital y precios del crudo se hundan a sus niveles más bajos en años».
En el mejor de los casos, según el reporte, una disminución moderada en el consumo, inversiones y exportaciones privadas se compensará con aumentos en el gasto público en las siete naciones más industrializadas y China, lo que lleva a un crecimiento mundial de 1,2% en 2020.
En el peor de los casos, agregó, el crecimiento mundial podría contraerse 0,9%, «con base en perturbaciones en la demanda de distintas magnitudes» en China, Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y la Unión Europea, así como una caída del 50% en los precios del crudo.
Este escenario «asume que amplias restricciones sobre las actividades económicas en la Unión Europea y en Estados Unidos se extenderían hasta mediados del segundo trimestre», añade el reporte.
Más restricciones al movimiento de la gente y cierres en Europa y Norteamérica «están afectando mucho al sector de servicios, sobre todo a las industrias que involucran interacciones físicas como el comercio minorista, entretenimiento y hotelería, así como los servicios de recreación y transporte». Esos sectores representan más de un cuarto de todos los empleos en esos países, y mientras las empresas pierden ingresos, es probable que el desempleo aumente considerablemente, señala.
La gravedad del impacto económico, «ya sea una recesión moderada o profunda», dependerá en gran medida de la duración de las restricciones sobre el movimiento de la gente y sobre las actividades económicas en los países con las economías más fuertes, y del tamaño e impacto de las medidas fiscales, señaló.
«Se necesitan medidas políticas urgentes y audaces, no sólo para contener la pandemia y salvar vidas, sino también para proteger a los más vulnerables en nuestras sociedades de quedar en la ruina económica y para mantener el crecimiento económico y la estabilidad financiera», comentó Liu Zhenmin, subsecretario de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales.
El reporte añadió que los efectos negativos de las restricciones económicas actuales en las naciones desarrolladas pronto se extenderán a los países en vías de desarrollo, que sufrirán una disminución en el comercio y la inversión.
Pero el panorama sigue siendo sombrío.
«Una fuerte caída en el gasto de consumo en la Unión Europea y Estados Unidos reducirá las importaciones de bienes de consumo de los países en vías de desarrollo», señala el informe. «Además, la producción manufacturera global podría contraerse significativamente, en medio de la posibilidad de interrupciones extendidas en las cadenas de suministro globales».
Apuntó que varias automotrices han anunciado suspensiones de producción a gran escala en Europa y Estados Unidos, y que muchas compañías a nivel internacional _sobre todo de la industria automotriz, de artículos electrónicos y telecomunicaciones_ «enfrentan una escasez de componentes intermedios debido a que las exportaciones de China se contrajeron a un ritmo anual de 17,2% en los primeros dos meses del año».
«Las interrupciones de producción más graves y prolongadas afectarían a un gran número de economías en desarrollo que están profundamente integradas en las redes de suministro mundiales», advirtió.
Los países en vías de desarrollo, sobre todo aquellos que dependen del turismo y de exportaciones de productos básicos, también enfrentan altos riesgos económicos, como una mayor probabilidad de «sobreendeudamiento», de acuerdo con el informe.
Añade que el reciente colapso en los precios de las materias primas a nivel mundial está agravando las sombrías perspectivas fiscales para muchos de estos países, que no se han recuperado por completo de los efectos posteriores a la fuerte caída de los precios de productos básicos en 2014-2016.
El informe señala que el empeoramiento de la pandemia está aumentando la ansiedad económica. «Incluso en muchos países de ingresos elevados, una porción significativa de la población no tiene suficiente riqueza para vivir más allá de la línea nacional de pobreza durante tres meses, ocasionando que muchos teman sobre su seguridad económica», puntualizó.