Un vendedor porta guantes y una mascarilla mientras trabaja en la ciudad de Nueva York. Foto: AP/Richard Drew

Por TERRY SPENCER y TERESA CRAWFORD/

Funcionarios de todo el país restringieron el domingo muchos aspectos de la vida cotidiana en Estados Unidos para combatir el brote de coronavirus, mientras que las autoridades de salud recomendaron que los grupos de al menos 50 personas se abstuvieran de juntarse y un experto del gobierno dijo que podría ser necesario un cierre nacional durante 14 días.

Gobernadores y alcaldes ordenaron el cierre de restaurantes, bares y escuelas mientras la nación se sume cada vez más en un caos debido a la crisis. Los viajantes que vuelven del extranjero tuvieron que formarse durante varias horas en los principales aeropuertos del país para ser inspeccionados, los que provocó que quedaran confinados a los espacios reducidos que las autoridades de salud pública han exhortado a la ciudadanía a evitar.

En una muestra de la inminente penumbra económica que se avecina, la Reserva Federal redujo su tasa de interés referencial a casi cero. El presidente Donald Trump intentó tranquilizar a la nerviosa nación al declarar que el gobierno tiene un «enorme control» de la situación y exhortó a la gente a cesar las compras de pánico que han dejado anaqueles vacíos en todas las tiendas del país. Los establecimientos de venta de armas también han registrado un marcado incremento de ventas conforme se intensifica el pánico.

Conforme los estadounidenses se resignan a cambiar sus hábitos diarios, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades emitió una drástica recomendación: Debido a que los eventos de gran magnitud pueden propiciar la propagación del virus, dijo que las concentraciones de 50 personas o más deberían ser cancelados o pospuestos en todo el país durante las siguientes ocho semanas. Añadió que deben implementarse las precauciones debidas en cualquier evento, incluyendo asegurarse de que los asistentes se laven las manos y permanezcan a cierta distancia.

Pero en una señal de lo difícil que es encontrar el balance adecuado, el comunicado de los CDC también dijo que la recomendación no aplica para las «operaciones de la vida diaria en organizaciones como escuelas, institutos de enseñanza superior o comercios».

Incluso antes de la advertencia, algunas partes del país ya parecían pueblos fantasma, y otras seguían esos mismos pasos con parques temáticos cerrados, playas de Florida desoladas, Starbucks informando que únicamente tomaría órdenes para llevar y en el servicio para conductores, además de que se ordenó el cierre de bares y restaurantes en Ohio e Illinois.

«El momento de persuasión y llamados al público terminó», dijo el gobernador J.B. Pritzker. «No es una broma. Nadie es inmune a esto».

El gobernador de California pidió, más no ordenó, el cierre de los bares y restaurantes del país. En la ciudad de Nueva York los restaurantes únicamente servirán órdenes a domicilio o para llevar. El alcalde Bill de Blasio ordenó el cierre de centros nocturnos, salas de cine y otros lugares.

«Estos lugares son parte del alma de nuestra ciudad. Son parte de lo que significa ser neoyorquino», declaró en un comunicado emitido la noche del domingo. «Pero nuestra ciudad enfrenta una amenaza sin precedentes y debemos responder con mentalidad de tiempos de guerra».

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