Lic. Douglas Abadía Cárdenas
abadiadouglas80@gmail.com
La transición del autoritarismo a la democracia en Guatemala como en otros países del mundo generó en la ciudadanía un sinfín de ilusiones, entre ellas el poder vivir en paz; cabe mencionar que dichas ilusiones pasaron a segundo plano con el desgaste del sistema pues ha sido incapaz de solucionar los agobios de la población de forma eficiente y rápida.
En Guatemala es poco común, por no decir escasa la producción literaria de los expresidentes guatemaltecos que han dirigido los destinos de la nación a lo largo de la historia política chapina.
A partir de la era democrática han pasado gobiernos demócratas cristianos, populistas, liberales, social demócrata, entre otras tendencias ideológicas; lo llamativo es que ninguno de los expresidentes ha transmitido a través de las letras sus experiencias en la conducción del Estado guatemalteco.
A partir de lo expuesto anteriormente cabe mencionar el intento que ha realizado el expresidente Jorge Serrano Elías, quien gobernó al país constitucionalmente en los años 1991-1993, quien publicó un libro llamado “La guayaba tiene dueño”, contenido en el que pretende exponer cómo los grupos de élite, los grupos del poder en Guatemala han definido y manipulado el poder a su sabor y antojo. En pocas palabras, el texto contempla las experiencias del expresidente del MAS en cuanto a la conducción del Estado por alrededor de dos años.
Sin haber leído más que fragmentos del mencionado libro, considero a criterio personal que es necesario que los exgobernantes dediquen tiempo y elaboren memorias, experiencias y demás sucesos vividos durante su gestión, pues de todos es sabido que muchos exfuncionarios de alto rango hoy en día brillan por su ausencia en el plano político y desaparecen fugazmente sin dejar una sola pizca de conocimiento acerca de sus experiencias políticas.
Sin llevar a cabo aún la crítica correspondiente de la lectura, puedo afirmar que el intento del expresidente Serrano Elías es positivo, pues como él mismo afirma “los vencedores cuentan la historia a su manera y no la verdadera historia”.
A raíz de la publicación de “La guayaba tiene dueño” surgen varias interrogantes que planteó a la audiencia: ¿Será la justificación del serranazo la que ha escrito su autor? ¿Qué tan útil resultarán las memorias de las experiencias de los expresidentes guatemaltecos? ¿Le interesará a la sociedad civil este tipo de literatura? ¿Se juzgará a los autores de escritos similares a priori sólo por su calidad de políticos? ¿Se volverá una moda el realizar este tipo de testimonios para los expresidentes en detrimento de la literatura objetiva? ¿Manipularán la historia a su sabor y antojo en sus escritos para justificar lo deficiente que han sido sus gobiernos?
Finalmente, considero que es importante y de suma utilidad el saber cómo los expresidentes guatemaltecos han tenido que enfrentar los retos que surgen día a día en nuestro país para poder lograr la gobernabilidad y alcanzar el fin supremo del Estado que se sintetiza en el bienestar común, pues se carece de este tipo de escritos que pueden ayudar y sobre todo a comprender el significado de lo complejo que resulta gobernar en Guatemala; pues es fácil juzgar desde afuera como ciudadanos comunes a los políticos, dar recomendaciones, elaborar onerosos estudios para llegar a conclusiones ya sabidas de antemano.
