Por SIGAL RATNER-ARIAS
NUEVA YORK
Agencia (AP)
Tras ilustrar una edición conmemorativa de «Cien años de soledad», la artista chilena Luisa Rivera vuelve a rendir homenaje a Gabriel García Márquez en otro de sus clásicos: «El amor en los tiempos del cólera».
La ilustradora de 32 años fue nuevamente contratada por el sello Vintage Español, de Penguin Random House, para llenar las páginas de la obra del Nobel colombiano con su visión estética y de color.
«Fue un sueño hecho realidad y al mismo tiempo un gran desafío, porque son encargos que te emocionan y te paralizan al mismo tiempo», dijo Rivera en una entrevista telefónica con The Associated Press desde Londres, donde reside desde hace cuatro años.
Con una paleta de colores otoñales dominada por el rojo, la artista, que trabaja en gran medida con pinturas a base de agua, creó 10 ilustraciones a doble página, además de las cubiertas, guardas, capitulares y un mapa ilustrado de Cartagena, la ciudad donde transcurre esta historia protagonizada por Florentino Ariza y Fermina Daza, publicada originalmente en 1985 e inspirada en la forma que se desarrolló la relación de los padres de García Márquez.
El proceso fue bastante orgánico, a decir de Rivera, quien se sintió más cómoda y confiada al tratarse de su segundo proyecto del difunto escritor.
«En ‘Cien años de soledad’, al ser una obra de realismo mágico, al trabajar con un lugar como es Macondo que es un espacio casi mitológico, tenía que aterrizar ese espacio y… retratar algo con lo cual todos tenemos una imagen muy evidente pero que al mismo tiempo es muy difícil ponerla en papel», explicó. En el caso de «El amor en los tiempos del cólera», «los mismos personajes me fueron diciendo cómo enfrentar esto… Las imágenes fueron brotando con más soltura».
Rivera no solo investigó sobre los intereses del autor y la historia de sus padres, sino «lo que significa una obra como esta, por ejemplo, que es retrato en la costa Caribe de Colombia en una época muy específica hacia finales del siglo XIX y principios del XX».
Se empapó de imágenes de la Cartagena de entonces, estudiando «desde la ropa hasta la flora y fauna», y mezcló ese mundo con el mundo más personal del escritor.
En cuanto a la paleta de colores, dijo que representó un desafío muy interesante porque no sólo había que diferenciarla de aquella que usó para «Cien años de soledad», dominada por el verde azulado, sino también rescatar «el tema de la velocidad del tiempo, la urgencia del amor».
Interesada desde temprana edad en la pintura y la literatura, Rivera estudió arte en Santiago de Chile y realizó estudios de posgrado en Minneapolis antes de mudarse a Inglaterra, donde además imparte talleres en museos y universidades. Su trabajo ha aparecido en exposiciones, revistas, diarios y otros libros que incluyen una edición ilustrada de «Cuentos de amor de locura y de muerte» de Horacio Quiroga.
Este año también publicó su primer libro como ilustradora y autora, «En aquel faro», una historia sin texto narrada completamente a través de imágenes.
Y aunque el año entrante le gustaría seguir explorando y desarrollando contenido propio, espera poder continuar ilustrando las obras de aquellos que ya no están y que la conmueven.
«Para mí trabajar con otros autores es maravilloso», dijo. «Es como estar conversando con ellos».