Portada del libro Niño Jesús en Guatemala de José Carlos Flores

Miguel Flores Castellanos
Doctor en Artes y Letras

Con esta oración da inicio el prólogo el reciente libro del fotógrafo José Carlos Flores sobre el Niño Dios presentado recientemente en el Museo Arquidiocesano de Santiago de Guatemala, conocido como el Museo de Catedral.

Niño Jesús con San José. Pieza excepcional del Barroco guatemalteco. Actualmente en el templo de Santo Domingo.

El libro de Flores contiene una recopilación de imágenes de este tipo de escultura religiosa, procedentes de diferentes colecciones y presente en diferentes advocaciones. Este libro brinda una recopilación histórica de la presencia de esta imagen en la Historia del Arte de Guatemala. Es interesante conocer en el texto de Carlos Mauricio Morán que la primera imagen del Dios Niño en Guatemala, es la que acompaña a la imagen de la Virgen del Socorro, que se venera en el altar mayor de la Catedral Metropolitana, escultura que vino con Pedro de Alvarado.

El estudio de Vicente Enares Paqué1 es un referente importante sobre el estudio de la imagen de Cristo infante, en su texto acota: “las imágenes religiosas se constituyeron como mecanismo fundamental en el proceso evangelizador americano, sirviendo de elemento auxiliar a la predicación, al ser poseedoras de un poder comunicador único, que se hacía imprescindible en un mundo fundamentalmente iletrado y donde convivían múltiples lenguas y dialectos. La imagen interpelaba al indígena y al europeo, a la vez que permitía ilustrar, en forma emotiva y convincente, los misterios de la fe que se pretendía inculcar. La Iglesia católica instruyó a la sociedad americana en los conceptos de la doctrina no solo a través de la palabra, hubo también de servirse de las fiestas, de la propia maquinaria de la liturgia, y más fundamentalmente de las pinturas, esculturas y objetos ornamentales. Las primeras imágenes que llegaron a América portadas por conquistadores y misioneros, y las que posteriormente se exportarían a los nuevos asentamientos desde ciudades peninsulares – principalmente Sevilla”.

En América hace ver Henares que la iconografía dio paso a representaciones como los niños incas o niños vestidos de sol, que muestran una continuidad de las tradiciones prehispánicas bajo el dominio español, llegando incluso a esculpirse Niños Dios crucificados. Este tipo de escultura fue auspiciado prácticamente por todas las órdenes religiosas. Sin ninguna duda, la razón fundamental de su proliferación la podemos encontrar en la enorme afinidad que muy pronto se vislumbró en la propia cultura y religiosidad popular indígena hacia este nuevo modelo icónico y hacia la propia infancia de Cristo, provocando que fuera un artículo demandado por la clientela del momento.

Primera imagen del Niño Jesús en Guatemala, que es parte de la escultura de la Virgen del Socorro. Esta imagen procede de España y venía con Pedro de Alvarado.

Para Enares la franja central americana como uno de los centros más prolíferos dentro del panorama artístico universal, en el acopio, difusión y conservación de los numerosos tipos icónicos y sus múltiples versiones y adaptaciones, trae consigo una riqueza de contenidos y una abundancia de modelos iconográficos que hace necesaria e imprescindible la fijación de unos patrones donde marcar y establecer unas pautas que suministren un esquema ideal para articular las diferentes iconografías del Niño Jesús como figura aislada.

El Niño Jesús se convirtió en un tema iconográfico idóneo en la expresión de valores de la Contrarreforma y de la evangelización americana, con clara intención didáctica y moralizadora, con unas formas comunicativas y dialogantes, que ofrecía un magnífico recurso para conectar a los fieles con Cristo y fomentar su relación con él. Todo esto queda patente en el libro de Flores con magníficas fotografías.

Con este nuevo libro José Carlos Flores una vez más contribuye a fijar el patrimonio cultural, y recopila una visión amplia del Niño Dios en Guatemala, un prólogo que brinda una visión estudiada sobre este tema. Un libro esencial para la Historia del Arte de Guatemala y conmemorar la Navidad.

 

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