Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos
Politólogo
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Los exmilitares pueden venir al Congreso de la República y amenazar al Ministro de Gobernación con bombas y enfrentamientos en las calles, pueden tapar carreteras, pueden ir a la Corte de Constitucionalidad a exigir la no inscripción de una candidata, pueden hacer apología de la violencia sin ningún prurito. La doble moral de los dizque anticomunistas y antiterroristas queda al descubierto al no pronunciarse de la misma manera en que vomitan odio cada vez que una organización levanta una bandera en favor de los Derechos Humanos o cualquier causa no violenta, pero en contravía del pensamiento dominante. Al parecer en Guatemala existen los terroristas bendecidos. Prueba de ello es que, quien recibió y no tuvo una sola crítica a los violentos, fue el diputado presidente de la Comisión de Derechos Humanos, anteriormente presidente de la Comisión de la Mujer. Mismo que se pone de alfombra ante los anti derechos y sus retrógradas propuestas en pos del control de la vida de las mujeres, de la propiedad de niños y niñas (las niñas deben ser #niñasnomadres), de la justificación de los embarazos no deseados y la abusiva utilización de la religión en la política. No sorprende que los conservadores bendigan a los violentos.

Por otro lado, llama la atención que al mismo tiempo que los exmilitares tapan carreteras, agreden y amenazan, un ex binomio presidencial hace lobby en Washington para que el socialismo no entre en Guatemala.

En los puntos de bloqueo se ha llegado a agredir a quienes manifiestan su inconformidad. Otro expatrullero llegó incluso a llamarles “limosneros”, arguyendo que él “también peleó del lado del Ejército, ahora tiene sesenta años, pero no pide limosna, trabaja”. Espetó a los inconformes y les planteó que “están siendo utilizados por los ricos y los coroneles”. Lo anterior sirve para observar las contradicciones entre un sector alineado de la población, que creyó en las ideas “liberacionistas y patrioteras” de la época del conflicto armado, y que, al terminar el enfrentamiento, quedaron en la misma miseria que tenían cuando se enlistaron, no así sus superiores; algunos de ellos, guardando prisión preventiva por casos de corrupción, y otros, en prisión y con condena firme. Casi cuarenta años después, vuelven a ser carne de cañón.

Todavía más preocupante es la amenaza de boicotear las elecciones, esto se puede aparejar a la negativa de la CC sobre la inscripción de alguna candidata y las propias declaraciones del Presidente de la República, las cuales, para variar son lamentables. La violencia electoral ha venido creciendo de elección en elección, pero el panorama de la actual contienda es verdaderamente preocupante; sobre todo por la irresponsabilidad de los liderazgos políticos, los cuales expresan sus ideas de intolerancia a través de sus correligionarios o feligreses.

En resumen, si se es violento dentro del esquema de las ideas los ultraconservadores, entonces se tolera cualquier cosa. Si eres defensor de ideas, de derechos humanos, entonces no estás bendecido y mereces todo el desprecio de los dioses de la política criolla y religiosa. Esa doble moral es el caldo de cultivo de la obtusa polarización en la que la sociedad se debate y no nos deja encontrarnos más allá del obturado pensamiento político nacional.

Tanto el Presidente como su Ministro de Gobernación, la Fiscal del Ministerio Público, diputados antiderechos y toda la comparsa dizque anticomunista, se han graduado de falsarios.

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