Ayer la Fiscal General informó que actuaría para evitar el incumplimiento de las resoluciones de la Corte de Constitucionalidad pero el tiempo ha pasado y por lo visto la orden varió porque nuevamente se cayó en la eterna actitud de “vigilancia” que ha caracterizado a quien se presenta como mujer de derecho pero que está ya actuando como cómplice del pactos de los corruptos que quieren impunidad para los que han sido cómplices en la cooptación del Estado Guatemalteco y, por lo visto, del mismo Ministerio Público que adopta una actitud vergonzosa e indignante.
La Fiscal General Consuelo Porras, si realmente es mujer de derecho, debe entender perfectamente lo que es la flagrancia y no hay necesidad de documento alguno para actuar ante lo perpetrado ayer al impedir el ingreso de un investigador de la CICIG no obstante la clarísima orden de la Corte de Constitucionalidad. No proceder DE INMEDIATO en contra de los responsables es un encubrimiento criminal que no se puede tolerar. Lo que faltaba al Pacto de Corruptos para operar impunemente era una Fiscalía como la que dirige la señora Porras, cuya actuación hoy será el broche de oro para lo que ella llama su larga trayectoria al servicio del derecho.
Tan es clara la situación que hasta ella misma se vio forzada a actuar anoche enviando fiscales al Aeropuerto La Aurora, pero luego fue llamada al orden, sin duda recordándole para que diablos fue nombrada, y cambió de inmediato para volver a la odiosa y detestable condición de eterna e inoperante vigilante de la realidad del país. Hoy es el día en que se juega su papel histórico la señora Porras y todo indica que hará mancuerna, como esperaban quienes la promovieron al cargo, con el pacto de los corruptos.