POR MIKE CATALINI/AP

MOUNT HOLLY

La historia conmovedora de un indigente que dio sus últimos 20 dólares a una mujer de Nueva Jersey para que pudiera comprar gasolina fue en realidad una total mentira, una invención para que los incautos donaran más de 400 mil dólares al supuesto vagabundo samaritano, revelaron los fiscales.

El fiscal del condado Burlington Scott Coffina anunció ayer cargos penales contra la pareja que contó la historia a periódicos y estaciones de televisión junto con el indigente que en realidad se había confabulado con ellos semanas antes del supuesto acto de buena voluntad.

Coffina dijo que el dinero, donado al indigente, el veterano de la Marina Johnny Bobbitt, será devuelto a las personas que vieron el relato e hicieron aportaciones mediante una página en el sitio digital GoFundMe abierta por la pareja, Mark D’Amico y Katelyn McClure.

«El pregón de la campaña fue una mentira», dijo Coffina. «Fue ficticia e ilegal, y hay consecuencias».

Coffina informó que casi ninguna parte del relato fue verdad. McClure no se quedó sin gasolina. También fue falso que Bobbitt le diera dinero al verla en dificultades.

Lo que sí es cierto es que el grupo se reunió cerca de un casino en Filadelfia en octubre de 2017, antes de que los tres contaran la historia.

Menos de una hora después de que la pareja abrió la página para solicitar donaciones, McClure envió un mensaje de texto a un amigo en el que reconoció que la historia era «totalmente un cuento», dijeron los fiscales.

«Tenía que hacer algo que hiciera a la gente sentirse triste», afirmó McClure en un mensaje -uno de los 60 mil revisados por los fiscales- dirigido a un amigo.

GoFundMe dijo en un comunicado que en los próximos días restituirá totalmente el dinero a las personas que hicieron las aportaciones. Aunque se pretendían recaudar más de 400 mil dólares, el trío recaudó 367 mil.

Los tres gastaron a manos llenas y ahora les quedan «cero» dólares, dijo Coffina.

La pareja compró un BMW, hizo un viaje de fin de año a Las Vegas y adquirió bolsas de lujo, entre otros artículos.

Más de 85 mil dólares en efectivo fueron retirados en varios casinos en Atlantic City, Bensalem, Pensilvania, Filadelfia y Las Vegas y los alrededores de estas ciudades.

El fraude no paró en el sitio GoFundMe. El trio dio numerosas entrevistas, posó para fotos, visitaron numerosas veces el lugar donde dijeron que ocurrió su primer encuentro y salieron en el programa «Good Morning America».

Bobbitt, de 35 años, fue arrestado el miércoles por la noche por varios alguaciles en Filadelfia y permaneció detenido el jueves con órdenes de libertad condicional y una fianza de 50 mil dólares. Se le dejó un mensaje con un abogado anterior, para tratar de obtener comentarios de Bobbitt.

D’Amico, de 39 años, y McClure, de 28, se entregaron a las autoridades el miércoles por la noche y fueron puestos en libertad. Su abogado dijo que no tenían comentarios.

Todos fueron acusados de robo por engaño y asociación ilícita para cometer robo por engaño. Los cargos conllevan una pena de prisión de entre 5 y 10 años.

Los fiscales comenzaron a investigar después de que Bobbitt afirmara que no estaba recibiendo el dinero que se había recaudado en su nombre. Luego entabló una demanda contra la pareja.

El fiscal dijo que había «una buena probabilidad» de que el fraude no hubiera sido destapado si Bobbitt no hubiera entablado una demanda civil a principios de este año, alegando que la pareja había administrado mal los fondos.

La investigación comenzó después de que la demanda fue presentada y parte de la narración del grupo «no sonó cierta», dijo Coffina.

En un intercambio de mensajes de texto en marzo de 2018, McClure expresó su preocupación de que a ella y a D’Amico les quedaban menos de 10 mil dólares, pero D’Amico no estaba preocupado, dijo Coffina.

Estaba seguro de que un contrato para un libro que estaban buscando haría verse «pequeño» el dinero de la recaudación de fondos a través de GoFundMe, según el fiscal. Unos meses después, cuando la disputa con Bobbitt se hizo pública, D’Amico seguía convencido de que la idea del libro seguía siendo posible.

El fiscal relato que D’Amico más bien trató de aprovechar la controversia, al pensar que el libro tendría ahora como título: » Nada de buenas acciones».

Los investigadores registraron en septiembre la casa de D’Amico y McClure en Florence, Nueva Jersey, después de que surgieran interrogantes sobre lo que había pasado con el dinero que habían recaudado para Bobbitt.

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