Factor Méndez Doninelli
En octubre los guatemaltecos revivimos dos conmemoraciones históricas, una de desazón y otra de euforia, ambas conectadas por el hilo histórico de la resistencia social contra las injusticias, desigualdades, discriminación, racismo, exclusión, patriarcado, violencias estructurales, la codicia de las élites y sus lacayunos.
De desazón, porque se cumplen cuarenta años de la muerte violenta de Oliverio Castañeda de León, Secretario General de la Asociación de Estudiantes Universitarios AEU de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Usac, ejecutado por la dictadura militar del general Romeo Lucas García, hasta hoy los autores intelectuales y los esbirros materiales siguen impunes.
De euforia, por los setenta y cuatro años de la Revolución democrático burguesa que estalló en Guatemala la primera mitad del siglo pasado, el 20 de octubre de 1944, un suceso que no fue casual, tampoco golpe de suerte, ni producto de la improvisación o aventurerismo. Esa Revolución fue posible debido al agotamiento del dictador liberal el general Jorge Ubico Castañeda, quien durante catorce años ejerció el poder con autoritarismo, mediante leyes y prácticas represivas que rebalsaron la paciencia del pueblo y desataron la lucha de resistencia.
El proceso revolucionario iniciado en 1944 e interrumpido en 1954, duró diez años y debido a los avances sociales, cambios estructurales impulsados y respeto a derechos y libertades fundamentales, esta década histórica se denomina la “primavera democrática.” Sin ser exhaustivo, cito algunos logros de los Gobiernos revolucionarios.
Junta Revolucionaria de Gobierno. (1944-1945.) Instalación Asamblea Nacional Constituyente. Aprobación nueva Constitución Política. Convocatoria elecciones generales. Autonomía de la Usac y del deporte. Organización institucionalidad revolucionaria.
Primer Gobierno. (1945-1951.) Doctor Juan José Arévalo Bermejo: Construcción de escuelas. Dignificación del magisterio nacional. Aprobación del Código de Trabajo. Creación del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS. Fundación Facultad de Humanidades Usac. Creación de museos e impulso al arte y la cultura. Fortalecimiento de la institucionalidad democrática.
Segundo Gobierno (1951-1954) Coronel Jacobo Árbenz Guzmán: Construcción de la carretera a Puerto Barrios, del puerto Santo Tomás de Castilla y de la hidroeléctrica Jurún Marinalá. Aprobación del Decreto 900, Ley de Reforma Agraria. Defensa de los derechos de soberanía y libre determinación de los pueblos. Fortalecimiento de la organización social y popular.
Ese proceso surgido en medio de la Guerra Fría fue interrumpido violentamente en 1954, por una intervención mercenaria armada, organizada, financiada y planificada por el Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica y la Central de Inteligencia CIA, con la intención expresa de tumbar al Gobierno constitucional y democrático del Coronel Árbenz, por considerarlo un régimen “comunista” que amenazaba sus intereses geo estratégicos.
Para este propósito, el imperialismo estadounidense contó con el apoyo de las élites locales, de militares vende Patria, de la iglesia Católica, de los dictadores de República Dominicana, general Rafael Leonidas Trujillo y de Nicaragua, general Anastasio Somoza García. Las hordas mercenarias, invadieron el territorio nacional saliendo del vecino país de Honduras.
Desde entonces la Revolución de 1944 quedó inconclusa, sus conquistas sociales y avances logrados se interrumpieron, haciendo retroceder al país y la sociedad. En tal sentido, los guatemaltecos pasamos de la euforia revolucionaria a la desazón contrarrevolucionaria y neoliberal.