Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82

El año arrancó con claras muestras desde el Congreso que eso del “Pacto de Corruptos” es una realidad tan probada como la de que nuestra gente es el principal producto de exportación y si a eso le sumamos las declaraciones de Manuel Conde Orellana, a quien desean poner al frente del Congreso, diciendo que los decretos de la impunidad deben volver a revisarse, nos debemos dar por avisados de las claras intenciones para este año que recién arranca.

Y si bien es cierto que los diputados no tienen nada que ver, formalmente, en la elección del nuevo Fiscal General, debemos advertir que todo es parte de un combo y que por eso muchas cosas que en apariencia no tienen mucha relación, sí terminan teniendo incidencia directa.

El día de la infamia y de los decretos pro impunidad, lo que hacían era quitar herramientas legales para que, independientemente de quién ocupe la silla de la fiscalía, no existan leyes que permitan perseguir comportamientos que al día de hoy encajan en conductas tipificadas como delitos.

Es necesario advertir que el año arrancó con claras muestras de las intenciones de quienes desean consolidar el “pacto de impunidad” para apuntalar un sistema que ha funcionado a la perfección para muchos, incluida la clase política y muchos particulares, en detrimento de los menos privilegiados y de los que desean hacer las cosas bien en Guatemala, incluyendo aquellos que buscan invertir con buenas maneras.

La elección de Fiscal General estará marcada por una Postuladora que preside el Presidente de la CSJ, los decanos de las facultades de derecho y los Presidentes de la Junta Directiva y el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y la jugada está cantada porque desean operar y presionar lo necesario para que la Comisión pase 6 candidatos comprometidos con el retroceso y así le allanen el camino al presidente Morales que, de paso, ha venido haciendo sus movimientos para intentar tener a los Estados Unidos de su lado en un tema crucial.

En el pasado, me han expresado algunos decanos que la presión en la comisiones es insoportable y de hecho alguno me comentó intimidades de cómo lo presionaron a él y su familia y por eso resulta necesario que nosotros, como sociedad, también nos comprometamos a apoyar a los postuladores que no vayan a decidir jugarse con las mafias pero eso se podrá dar cuando alguien esté dispuesto a denunciar las malas prácticas, aunque busquen formas seguras de hacer las denuncias.

No debemos olvidar que la ruta inicial consistente en expulsar a Iván Velásquez lo que hizo fue alterar el orden natural (porque el tiro siempre fue incidir en la elección de Fiscal General para dejar sola a la CICIG) y dos, medir fuerzas de dónde estábamos parados en torno a la lucha contra la corrupción, tanto local como internacionalmente, pero ahora llegará la etapa reina porque en esta elección de Fiscal General hay quienes están dispuestos a jugarse, literalmente, el todo por el todo.

Y usted debe decidir si permanecerá alejado de la realidad y del futuro del país o se involucrará para inclinar la balanza en favor de un futuro mejor, en el que la elección de Fiscal General permita seguir aportando a la consolidación de un Estado de Derecho que necesita ajustes clave porque tiene muchos vicios que hace que las cosas sean complicadas para los que desea operar bien y asegura eternidad para los marginados. Pieza clave del cambio es que todos entendamos que nunca podremos ser una sociedad que crecerá sostenida e integralmente si podemos ajustar la ley a nuestro antojo sin consecuencia alguna. Así de sencillo.

 

 

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