Roberto Arias
La corrupción y la envidia son inherentes al ser humano. Son elementos que radican en el hombre desde la traición a Dios en Edén. Es algo irreversible. En Guatemala hay más personas decentes y trabajadoras, que personas corruptas. Estas últimas están empoderadas en el mundo, debido a que generalmente por medio de la astucia y la corrupción se asume al dinero fácil y al poder. La declinación del Imperio Romano se debió principalmente a la corrupción de la nobleza y de los mismos emperadores.
Como dicen los textos sobre esos dos temas: Depende de cómo los maneje cada quien. También creo que depende del grado del desarrollo de cada sociedad.
La corrupción amenaza globalmente en todos los sentidos y en todos los ámbitos. Es un eslabonamiento que inicia desde los países más poderosos del planeta en un engarce que ata a los países más pobres para extender su influencia en mayores espacios planetarios y tener libre acceso a sus recursos naturales, principalmente a los recursos mineros: Plata, oro, cobalto, petróleo y un sinfín de elementos de la tabla periódica.
Los EE. UU. tienen poderosas razones geopolíticas y económicas para querer darnos otro golpe como el de 1954. Así como idearon su “guerra anticomunista”, en el siglo pasado, para defender sus intereses en Guatemala, ahora, los EE.UU. fabricaron su “guerra anticorrupción” para contrarrestar la presencia económica y política China-Rusa en Centro América.
El programa de la “Alianza para la Prosperidad” versus el temido canal interoceánico chino en Nicaragua, es una de las evidencias; con la ventaja que los chinos-rusos son aún futuros inversores desconocidos, frente al astuto político gringo conocido. No olvidemos que en Guatemala y en la región, fueron los EE. UU. quienes financiaron a los gobiernos más corruptos y criminales que la historia ha conocido. Ellos utilizaron y utilizan globalmente el crimen y la corrupción para sus fines de saqueo.
Protestemos por la falta de denuncias judiciales por crímenes como la desviación y apropiación de ríos; del aeropuerto; de las carreteras; de Puerto Quetzal; robo de recursos naturales; infames monocultivos, etcétera. Altísima y grave corrupción impune que la CICIG no denuncia. ¿Por qué será?
Es indispensable trabajar por la erradicación de la corrupción del sistema social y político.
Los guatemaltecos debemos estar atentos. Hacer un alto en nuestra vida política y ver hacia atrás y hacia adelante. En este momento crítico debemos buscar el diálogo -basados sólidamente en la ley- como seres pensantes, inteligentes y con razonamiento; si es que queremos sacar a Guatemala de este torpe enredamiento de corruptos intereses político-económicos de unos y otros bandos.
Jesús de Nazaret dejó bien explicado el asunto para quien quiera entender: “1Timoteo 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero”. Esto es todo el meollo del asunto.
Esta sentencia bíblica merece un profundo análisis… con ojos y mente muy abiertos.