POR PAOLINA ALBANI
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Montenegro dijo que el 90 por ciento de las violaciones sexuales cometidas contra menores de edad son perpetradas por familiares y personas cercanas, mientras que el 30 por ciento de las agresiones sexuales provienen de los padres de las menores. En el primer trimestre de 2014, cuatro niñas de 13 años murieron luego de dar a luz.
Estas prácticas arraigadas en la cultura de algunas comunidades demuestra la prevalencia del machismo que permite a los hombres sentir que las personas, específicamente las mujeres de su familia, son de su propiedad. “Como es mi propiedad… es algo sobre lo que yo puedo disponer”, refirió la entrevistada.
Según la activista, estas actuaciones también tienen que ver con los índices de pobreza que hay en el país y la vulnerabilidad que los hombres ven ante el género femenino. En algunos departamentos en donde esta práctica es más frecuente, Montenegro aseguró que las niñas abusadas han sido forzadas a casarse con sus agresores como una manera de compensar el hecho.
“Muchas de las historias que nosotros levantamos son de niñas que han llegado a tercero o cuarto primaria, pero allí –en la escuela– no les han dado las herramientas para poder defenderse, para poder denunciar y saber que el abuso no es normal”, dijo. El caso de la víctima más joven que el OSAR reportó fue el de una menor de 9 años de Alta Verapaz, quien ahora tiene 2 meses de embarazo.
De acuerdo a la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), de enero a mayo de este año, 123 menores de 14 a 17 años, hombres y mujeres, han sufrido abusos sexuales, mientras que 88 niños de 0 a 13 años han sufrido agresiones de este tipo.
TRAUMAS
Leonel Dubón, director ejecutivo de Refugio de la Niñez, indicó que aunque las violaciones en contra de niños y niñas pueden darse en edades bajas –de 5 años para los 9– los problemas afloran en la adolescencia, y que generalmente los jóvenes luego de sufrir de un abuso sexual tienden a rechazar toda manifestación de la sexualidad.
Como consecuencia pueden surgir trastornos obsesivos compulsivos, depresión y otros. “Se pueden minimizar los efectos del trauma, pero no se pueden superar totalmente”, aclaró.
Según Refugio de la Niñez, el 91 por ciento de los menores que ellos atienden fueron abusados sexualmente por sus padres, mientras que el 20 por ciento sufrió este tipo de violencia de manera recurrente, por múltiples actores.
Como resultado de esto, el 50 por ciento de los niños que son atendidos en la organización piensan y han intentado quitarse la vida. Las violaciones son resultado de un fenómeno de “descomposición social”, en la que en ocasiones las madres pueden consentir los abusos, dijo Dubón.
INTERVENCIÓN
Para Montenegro, al abordar estos temas es necesario no olvidar que se debe fortalecer el trabajo con los entes de justicia y con el Ministerio de Educación. Es un problema social que requiere investigación y demanda de la intervención de la educación integral sobre sexualidad.
Ayer fue sentenciado a un tiempo de prisión de 5 años Julio César Carrascoza, quien abusó de su hija de 5 años en 2012.