Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

No utilizo redes sociales, pero ocasionalmente algunos amigos me envían por correo algo de lo que circula profusamente en la red cibernética y ese fue el caso el pasado sábado cuando me encontré con el envío de una carta dirigida al pastor Carlos Enrique Luna Arango, conocido como “Cash” por sus seguidores religiosos y por el resto de la gente, con relación a las “jornadas de sanación” que se transmiten en televisión y que ocurren en distintas partes del Continente.

La carta me parece interesante y dado su contenido creo que vale la pena no sólo reproducirla sino suscribir su contenido. Dice así: “CARTA ABIERTA A CASH LUNA. Estimado pastor Carlos Enrique Luna Arango, lo saludo con todo respeto, a la vez deseo comentarle que he visto por la televisión su programa Noches De Gloria, y me he quedado sorprendido de la cantidad de cosas extraordinarias que suceden, milagros, sanidades; esas circunstancias despiertan mi incredulidad. De plano soy persona de poca fe y al estilo de Tomas, «si no veo no creo.»

Pero como usted asegura que Dios lo usa, lo invito a grabar sus Noches de Gloria en la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Roosevelt, también en la Unidad de Niños Quemados y de paso invitamos a los pacientes del Instituto Nacional contra el Cáncer INCAN. Si es verdad lo que sucede en sus cruzadas, sé que muchos de esos enfermos sanarán. No es necesario que se vaya a Chile, Argentina o México. Sus prójimos están bien cerca, esos niños con cáncer sufren una tortura, los quemados peor, cuando usted va en los pasillos de esas unidades, se escuchan muchos gritos de dolor y ser paciente del Incan es impresionante, gente con tumores horribles, podridos en vida…eriza la piel. Espero saber cuándo grabará los programas para asistir.” (Las tildes son mías)

Un par de comentarios adicionales. En primer lugar es lamentable que una carta con tanto sentido y razón, a mi juicio, sea puesta a circular sin la firma de quien la escribió (por cierto sin ninguna tilde), lo cual me parece tonto porque le resta mérito a un planteamiento que tiene toda la lógica y el sentido del mundo. No entiendo por qué es que hay tanta gente que se esconde en el anonimato para difundir sus ideas en vez de simplemente asumir las consecuencias, buenas o malas de lo que piensa y expresa. Por ello digo que vale la pena suscribir su contenido para sacarla de ese inmenso mar de cobardía que se escuda en las redes sociales y que termina haciendo daño precisamente porque el carácter anónimo de lo que se dice da lugar a muchísimas expresiones deleznables, además de falsas.

Pero en lo que se refiere a las “sanaciones milagrosas” que se mencionan en la misiva, de verdad sería importante ver alguna de ellas en los lugares donde está la gente que de verdad sufre de graves enfermedades y que con fe confía en Dios para su curación. Entiendo que una cosa es el show o espectáculo para incrementar los diezmos y otra muy diferente el preocuparse de verdad por la gente enferma y buscarla. Como dice la carta, esperemos a saber cuándo grabarán los programas de UNOP e INCAN para ver si hay verdaderos milagros.

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