Carlos Soto Pineda

“Duérmete mi niñ@ que tengo que hacer, lavar los pañales, sentarme a coser”… y para cuidarte que voy a hacer.

Un sitio, una ergástula con nombre de “Hogar Seguro” y apellido “Virgen de la Asunción”, donde sucede todo lo malo y nada de seguridad, menos un hogar; y lo de Virgen –ni digamos– donde violan indiscriminadamente de la edad, género y/o capacidades cognitivas; en el que el director se llama “Santos”, donde en vez de leche caliente o una taza de té reciben un brebaje no para conciliar el sueño y soñar bonito, sino para inducirlos a una pesadilla real, “doparlas” a su edad deberían oír una canción de cuna como “duerme negrito que tu mama está en el campo, Trabajando duramente, va de luto y no le pagan…”, palabras reconfortantes, preguntarles ¿cómo fue su día?, sentir caricias fraternas, pero despiertan con un “gringo” encima –“señor americano”– diría la madre de una de las niñas violadas en ese asqueroso lugar que de hogar ya ni el nombre tiene porque el rótulo también se incineró.

En esta era del whatsApp, me incluyeron en un grupo de motociclistas cristianos y recibo mensajes donde leo la excepción, “T” escribe: “desde la mañana de hoy se sabía de una de las tragedias más indignantes que ha pasado (sic) en Guatemala y para ustedes fue más importante un pinche partido de football”, contesta Juan de Dios (vaya que de Dios): “pero fue porque se amotinaron dicen ??? (sic) … ellos se lo buscaron”; el pastor (asumo que es pastor porque todos así le llaman) responde: “no seas agua fiestas (sic), nada tiene que ver una cosa con la otra”, responde Juan de Dios: “y quemaron ellos mismos sus colchones” ahí termina el diálogo. Otro miembro cristiano postea un video de burla en el que una mujer sale disparando en un campo de football y se cae al recular la escopeta, y termina otro publicando la convocatoria –invitación– al 14to. Moto Poker para el sábado 22 de abril.

Talvez si leyeran a Julio Fausto Aguilera pensarían en La Patria que yo ansío y recitarían: “La Patria, les decía es una casa donde vivimos todos como hermanos. Es una hermosa casa, mis amigos, que todos afanosos levantamos… Esta es la patria, esta es la que me mata… porque tanto la espero y tarda tanto”.

A veces el hogar se vuelve un iglú… y hay que calentarlo, pero con amor.

La ironía, el sarcasmo es que si se exige una explicación oficial, las autoridades pueden recurrir al DRAE (diccionario de la Real Academia Española) y decir que si era un hogar…” HOGAR sitio donde se hace la lumbre”, y ellos sí cumplieron con darles un “hogar” y la “seguridad” de una infancia espantosa y una muerte atroz en la hoguera…

La Virgen de la Asunción los ampare a los actuales funcionarios… ups tal vez no, no son católicos, son cristianos evangélicos.

Su Dios los perdone… porque nosotros no.

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