Washington
DPA
Los «deplorables», como se llaman a sí mismos con orgullo los seguidores de Donald Trump, tomaron hoy la ciudad de Washington para asistir a la toma de posesión del republicano como presidente número 45 de Estados Unidos.
Durante la campaña electoral, la candidata demócrata Hillary Clinton dijo que la «mitad» de los seguidores de Trump son «deplorables: racistas, sexistas, homófobos e islamófobos» y la otra mitad son gente «defraudada» con el sistema que tan solo busca un cambio. Los votantes de Trump tomaron el insulto de Clinton para reivindicarse y lo hicieron suyo.
Muchos han estado desde el principio de la campaña apoyando al candidato, otros se sumaron después. Pero ninguno de ellos quería perderse este momento histórico: ver a Trump jurar el cargo como presidente a los pies del Capitolio.
«Estoy muy emocionado. Se está haciendo historia y la vida va a cambiar, para mejor», asegura a dpa Curtis Schmitt, quien llegó a Washington junto a cinco miembros de su familia desde el estado de Nueva York.
«Los negocios van a mejorar, va a haber menos desempleo y las cosas van a ir a mejor», asegura convencido Schmitt, quien cuenta que votó por Trump en las elecciones presidenciales, aunque en Nueva York es una minoría la que lo ha hecho.
Tony, un estadounidense de Michigan de origen mexicano de 21 años, explica que estas fueron las primeras elecciones en las que pudo votar y lo hizo por Trump, a pesar de sus insultos a los mexicanos, porque considera que a la hora de votar hay que votar a alguien en función de su programa electoral.
«Espero que los negocios florezcan, que la economía crezca en términos de PIB y que baje el desempleo», cuenta Tony, que ha venido desde Michigan para la toma de posesión y aprovechará para ver amigos y hacer turismo.
«Trump ha prometido muchas cosas y sé que no es práctico de decir que vaya a lograr todas las cosas. Pero como todos los estadounidenses aquí, podemos tener diferencias políticas, pero todos esperamos lo mismo: queremos trabajos, queremos más seguridad y queremos paz mundial. Esperemos que consiga eso. Y si no lo logra no creo que sea reelegido», añade este estadounidense de origen mexicano.
El hecho de que Trump nunca haya tenido antes un cargo electo es considerado una ventaja por muchos de sus seguidores, que valoran su experiencia como empresario.
«Creo que es bueno que no tenga experiencia en política porque los 44 presidentes anteriores han sido todos políticos. ¿Por qué no un cambio?», se pregunta Greg George, que viajó desde Virginia a la toma de posesión y lleva dos banderas de Estados Unidos en la mano, una chapa y un gorra con el lema de la campaña de Trump: «Hacer a Estados Unidos grande otra vez».
A diferencia de otros seguidores de Trump, que es la primera vez que asisten a una toma de posesión, Peggy es toda una veterana. Fue a la toma de posesión de Ronald Reagan que cancelaron por el frío y estuvo cuando George W. Bush juró el cargo.
«Trump va a ser un gran presidente para todos. Quiere que todo el mundo tenga éxito en este país, igual que quiere que los negocios tengan éxito y va a lograrlo», asegura Peggy, quien llegó desde Michigan con su familia para asistir a la ceremonia.
