Republican Presidential nominee Donald J. Trump looks on during a rally at Mohegan Sun Arena in Wilkes-Barre Twp., Pa. on Monday, Oct. 10, 2016. (Christopher Dolan / The Citizens’ Voice via AP)

Washington
DPA

Los enfrentamientos entre el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, y algunos compañeros de partido volvieron a escalar hoy después de que éste definiera a Paul Ryan como un «líder débil e incompetente» y que Chris Christie se sumara a las críticas por los comentarios sexistas del magnate.

«Nuestro muy débil e incompetente líder, Paul Ryan, tuvo una teleconferencia muy mala en la que sus miembros se pusieron como locos por su deslealtad», tuiteó Trump sobre el presidente de la Cámara de Representantes, después de que éste anunciara el lunes que dejaba de defender al candidato.

Ryan dijo la víspera que dejaría de hacer campaña a favor de Trump y que se centraría en las elecciones al Congreso, después de que el pasado viernes saliera a la luz una conversación de 2005 en la que el magnate se jactaba de la facilidad con la que podía mantener relaciones sexuales con mujeres por ser una «estrella» y hacía varias referencias groseras al cuerpo femenino y su forma de acosarlas.

«Pese a ganar el segundo debate de forma aplastante (en todas las encuestas, es duro hacerlo bien cuando Paul Ryan y otros dan apoyo cero», respondió Trump.

El escándalo profundizó la fractura dentro del partido republicano a menos de un mes de las presidenciales del 8 de noviembre, con decenas de políticos de la agrupación anunciando que dejaban de apoyar a Trump.

Incluso el gobernador de New Jersey, Chris Christie, ex rival de Trump en las primarias pero considerado un aliado hasta ahora, criticó a Trump por sus declaraciones, aunque no llegó a retirarle el apoyo.

«En el video en sí mismo, seamos claros de verdad, es completamente indefendible, no lo defenderé ni lo defendí», dijo en una entrevista a la radio WFAN. «Ese tipo de conversación, incluso en privado, es simplemente inaceptable», añadió.

A raíz del escándalo y del segundo debate en televisión, la candidata demócrata Hillary Clinton aumentó su ventaja a al menos diez puntos, según alguna encuestas realizadas, pese a que Trump se disculpó asegurando que se había tratado de una «conversación de vestuario».

Como presidente de la Cámara de Representantes, Ryan es considerado el republicano con más poder en estos momentos. Ryan criticó a Trump en reiteradas ocasiones en el pasado, pero en junio había decidido apoyarlo.

Los medios interpretaron sus declaraciones como que daba por perdidas las presidenciales para los republicanos y que por eso se centraría en mantener la mayoría de su partido en el Congreso.

Muchos senadores temen por su reelección, entre ellos el ex candidato a la presidencia John McCain, pues el 8 de noviembre las presidenciales coinciden con la elección de 34 escaños del Senado para un mandato de seis años.

Los demócratas aspiran a lograr una doble victoria, pues sólo necesitan reducir la ventaja de los republicanos en el Senado en 4 escaños para tener mayoría, algo importante para nombrar a los magistrados miembros del Tribunal Supremo, de enorme relevancia política en el país.

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