Juan Antonio Mazariegos G.

Hace aproximadamente un año comencé a tener noticias en redes sociales relativas a Gloria Álvarez, una politicóloga de tendencia libertaria quien haciendo uso de las mismas redes transmite constantemente mensajes tratando de hacer ver su punto de vista y opiniones relativas a diversos temas.

Contrario a lo que sucede normalmente en Guatemala, en donde acostumbramos externar nuestras opiniones solamente en círculos de confianza, si es que las externamos, Álvarez lo hace abiertamente y confronta a muchos personajes públicos, señalándonos con nombre y apellido.

Sin duda sus ideas libertarias y la confrontación abierta simplemente no cuajan, ni con las ideas de muchos ni con las costumbres de otros, extremo que se hizo patente esta semana luego que se hiciera pública una comunicación, la cual entiendo era privada, en la que Álvarez se baja el canasto, le dice un sinfín de improperios a una persona y entiendo que en medio de la cólera que manejaba en ese momento se refiere despectivamente a nuestro país, lo cual provocó una avalancha de críticas hacia su persona, dentro de las cuales sorprendentemente se incluyeron descalificaciones y comentarios peyorativos que se extendieron desde criticar lo externado en el audio en cuestión hasta también su forma de pensar, de hablar, de confrontar, de discutir o externar sus ideas.

Podré estar a favor o en contra de las ideas de Álvarez, de hecho comparto algunas, pero sin duda no todas, más sin embargo no puedo mezclar sus comentarios privados con las ideas que externa públicamente. Que no me salgan ahora con que nadie, en lo privado ha proferido insultos similares, quizás nos superó por mucho Álvarez en calidad y cantidad por minuto pero eso no significa que por esos comentarios privados puedan descalificarse también sus ideas. Sin duda convertirse en un personaje público conlleva responsabilidades y después de este linchamiento digital habrá aprendido su lección y una situación como esa no se repetirá.

Si algo necesita nuestro país es confrontación de ideas, exponerlas y debatirlas, históricamente somos todos unos expertos únicamente en confrontación armada y eso solo trajo dolor y tragedia a Guatemala, no podemos ser tan ilusos de pensar que estaremos de acuerdo en todos los temas, pero en la medida que se ventilen estaremos un paso más cerca de encontrar consensos y puntos de encuentro.

Ya el día de ayer algunos columnistas iniciaban la novena in memoriam de la carrera pública de Álvarez lo cual me parece una exageración, por mi parte la invito a reflexionar, no cometer esos errores y seguir adelante con lo que hace, ya tenemos suficiente gente en el país que mira al suelo y se queda callada.

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