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Shenyang
Agencia/dpa

La canciller alemana, Angela Merkel, abogó hoy en Pekín por profundizar las relaciones con China en su último día de visita al gigante asiático.

«En conjunto creo que el viaje (de tres días) ha contribuido a ello. Por una parte a reforzar la cooperación germano-china; por otra, a no esconder debajo de la mesa las diferencias», agregó Merkel durante la visita a la empresa automotriz conjunta de BMW y la china Brilliance en la metrópolis de Shenyang, en el noreste de China.

La mandataria también quiso dejar claro lo provechoso que puede ser que grandes y medianas empresas alemanas estén activas en China. «Eso asegura puestos de trabajo para nosotros». La competencia, sin embargo, será más dura, «porque en China las personas también quieren progresar y fabricar sus propios productos».

La visita de la canciller se produce en medio de las preocupaciones por una baja en la demanda de las exportaciones germanas y la sombra que recae sobre la industria automotriz de la nación europea tras el escándalo de las emisiones de Volkswagen.

Pero China, como principal mercado de automóviles del mundo, sigue siendo clave para los fabricantes alemanes. Las empresas de automóviles de lujo registraron un importante crecimiento de las ventas en mayo gracias a la creciente demanda en Europa y China.

Con la visita a la fábrica de hoy se cierra el viaje de tres días de la canciller alemana a China, donde ayer se acordó ampliar las relaciones en una reunión con el primer ministro Li Keqiang.

En las conversaciones con el Gobierno se trataron temas críticos sobre el Estado de derecho y el trato a los inversionistas alemanes en China, así como la disputa entre la UE y Pekín sobre la calificación de China como economía de mercado. Si se le reconoce este estatus, la segunda mayor economía mundial no podría ser acusada de ofrecer sus productos por debajo del precio de coste (dumping).

Merkel pidió calma al respecto y aseguró que iba a actuar de mediadora. Una postura importante sobre todo de cara la cumbre de los 20 principales países industrializados y emergentes, el G20, que China albergará en septiembre.

«…creo que el viaje ha contribuido por una parte a reforzar la cooperación germano-china; por otra, a no esconder debajo de la mesa las diferencias».
Angela Merkel, canciller alemana.

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