Un técnico trabaja con muestras usadas para detectar el coronavirus en un laboratorio de Nueva York el 11 de marzo del 2020. Foto La Hora/John Minchillo/AP

Por Redacción La Hora
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Un artículo publicado por el New York Times explica que Estados Unidos, con todos los recursos que posee, armado con algunos de los científicos y especialistas en enfermedades infecciosas más capacitados, desperdició su mejor oportunidad para contener la propagación del coronavirus COVI-19, por lo que los estadounidenses quedaron en gran medida “ciegos”, ante una catástrofe inminente de salud pública.

De acuerdo con un contador de casos del virus diseñado por la Universidad de Johns Hopkins EE. UU., lidera con 116 mil 505 personas infectadas las cifras a nivel mundial, superando a Italia y China.

Y es que según explica el NYT, a medida que el virus mortal se propago con “ferocidad” en EE. UU., entre fines de enero y principios de marzo, no se realizaron pruebas a gran escala de personas que podrían haber sido infectadas, por varias razones que expertos mencionaron, entre las que citan obstáculos regulatorios, burocracias comerciales habituales y la falta de liderazgo en múltiples niveles.

De acuerdo con el NYT, al principio los miembros del grupo de trabajo de coronavirus de EE. UU., generalmente dedicaron solo cinco o 10 minutos, a menudo al final de las reuniones contenciosas, para hablar sobre las pruebas, recordaron varios participantes.

En nevada trabajadores de Salud toman la temperatura a una persona. Foto La Hora/John Locher/AP

ADMINISTRACIÓN DE TRUMP TENÍA PUNTOS DE VISTA LIMITADOS

Sin embargo, la ausencia de una evaluación robusta hasta que fue «demasiado tarde» reveló fallas en todo el gobierno, dijo el Dr. Thomas Frieden, ex director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (C.D.C.) en Estados Unidos, consigna ese medio.

Según cita el NYT a la epidemióloga de la universidad de Johns Hopkins Jennifer Nuzzo, la administración de Donald Trump tenía puntos de vista «increíblemente limitados» sobre el impacto potencial del patógeno, otro experto señalaba que se permitió un crecimiento exponencial de casos.

Incluso el Dr. Anthony S. Fauci, un destacado científico del gobierno involucrado en la lucha contra el virus dijo a los miembros del Congreso que la incapacidad temprana para realizar la prueba fue «un fracaso» de la respuesta de la administración a una pandemia mortal y global.

“El C.D.C., también restringió estrictamente quién podía hacerse la prueba y tardó en realizar una vigilancia basada en la comunidad, una práctica de detección estándar para detectar el alcance del virus. Si los Estados Unidos hubieran podido rastrear sus primeros movimientos e identificar puntos calientes ocultos, las cuarentenas locales podrían haber limitado la enfermedad”, dice el NYT.

Un letrero publicado en el terminal de Amtrak en la estación sur de Boston, el sábado 28 de marzo de 2020, insta a los viajeros que ingresan a Massachusetts a la cuarentena por 14 días. Foto La Hora/Michael Dwyer/AP

SEGÚN NYT, TRUMP DECÍA QUE VIRUS DESAPARECERÍA

El NYT, también cita que el presidente Donald Trump afirmó que el virus estaba a punto de disiparse en los Estados Unidos y dijo: «Va a desaparecer. Un día, es como un milagro, desaparecerá». Sin embargo, las estadísticas dicen todo lo contrario.

Y aunque a principios de marzo, después de que los funcionarios federales finalmente anunciaran cambios para permitir pruebas más amplias, ya era demasiado tarde para escapar de un daño grave, señala ese medio.

Estados Unidos tiene más de 100 mil casos de coronavirus, sin embargo, incluso con el aumento de las muertes, las ciudades cerradas, la economía agitada y la vida cotidiana en crisis, muchos estadounidenses que sufren síntomas de Covid-19 todavía no pueden hacerse la prueba.

Va a desaparecer. Un día, es como un milagro, desaparecerá

Donald Trump, presidente de EE. UU.

LAS PRUEBAS SON VITALES

El NYT, cita en un comunicado a Judd Deere, portavoz de la Casa Blanca quien dijo que «cualquier sugerencia de que el presidente Trump no se tomó en serio la amenaza de Covid-19 o que Estados Unidos no estaba preparado es falsa».

Además, señaló que, bajo la dirección de Trump, se había «ampliado las capacidades de prueba».

Mientras el Dr. Bruce Aylward, asesor principal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien dirigió un equipo de expertos a China, mencionó, según ese medio, que las pruebas, eran «absolutamente vitales» para comprender cómo vencer una enfermedad, lo que la distingue de los demás, el espectro de la enfermedad y, lo más importante, su camino a través de las poblaciones.
Otro entrevistado mencionó que, si se hubieran hecho más pruebas desde el principio y se hubieran detectado casos antes, no estarían como ahora.

“Las consecuencias quedaron claras a finales de febrero. Por primera vez, alguien sin una exposición conocida al virus o antecedentes de viaje dio positivo, en el área de Seattle, donde se detectó el primer caso de EE. UU. Hace más de un mes. El virus probablemente se había estado propagando allí y en otros lugares durante semanas, concluyeron los investigadores”, explica el artículo.

Y es que a pesar de que había varias agencias de Gobierno y funcionarios estadounidenses, de acuerdo con el NYT, que estaban involucradas en contrarrestar al COVID-19, estas no reaccionaron tan rápido como se hubiera esperado.

En el pasado, también apuntan a que presidentes anteriores se han movido rápidamente para enfrentar las amenazas de enfermedades desde el interior de la Casa Blanca mediante la instalación de un «zar» para gestionar el esfuerzo.

Durante un brote del virus Ébola en 2014, el presidente Barack Obama llamó a Ron Klain, el ex jefe de gabinete de su vicepresidente, para dirigir la respuesta del Ala Oeste. Más tarde, Obama creó una oficina de seguridad sanitaria global dentro del Consejo de Seguridad Nacional para coordinar futuras crisis.

Sin embargo, la oficina de salud global de Obama fue desmantelada durante esta administración, asegura ese medio.

Ahora, las pruebas se han incrementado rápidamente, con casi 100 laboratorios en hospitales y otros lugares. El gigante de la salud Abbott dijo que había recibido la aprobación de emergencia para una prueba portátil que podría detectar el virus en cinco minutos, señala el NYT.

Un trabajador médico toma una muestra de un paciente dentro de un automóvil en un sitio especial de pruebas COVID-19 en Boston. Foto La Hora/Michael Dwyer/AP

RETRASO DE PRUEBAS IMPACTO EN LA RESPUESTA

Sin embargo, los hospitales y clínicas en todo el país aún deben negar las pruebas a las personas con síntomas más leves, tratando de salvarlos para los casos más graves, y a menudo esperan una semana para obtener resultados, consigna el NYT.

«Las pruebas son la grieta que separó el resto de la respuesta, cuando debería haber unido todo», dijo el Dr. Nahid Bhadelia, director médico de la Unidad Especial de Patógenos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.

«El retraso de las pruebas ha impactado la respuesta en todos los ámbitos», mencionó Bhadelia al NYT.

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