Por Marcela Castillo
La Guardia di Finanza ha intervenido la comisaría “Levante” en Piacenza, arrestando a seis policías locales por haber cometido una serie de delitos durante 3 años sin ser descubiertos. Solo uno de ellos se encuentra bajo arresto domiciliario y los otros cinco han ingresado a prisión.
Las acusaciones de tráfico de drogas, tortura, extorsión, encubrimiento, detenciones ilegales y abuso de poder no son las únicas. Según la Guardia di Finanza, el grupo de hombres también ingresaban prostitutas a la comisaría con frecuencia.
Un agente externo ha revelado a las autoridades detalles sobre una orgía que tuvo lugar en la oficina del comandante de la comisaría de “Levante”.
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NO REPORTABAN DROGA INCAUTADA
Por otro lado, en lugar de reportar la droga incautada a los “camellos”, los agentes la entregaban a intermediarios para su venta local y al extranjero. En algunas ocasiones, agredieron brutalmente a los traficantes para obtener el resto de su mercancía, han expuesto las autoridades
El dinero que generaban de estas acciones ilegales lo gastaban en champán, coches de lujo y sexo. Algunos de los detenidos han confirmado la implicación de más agentes, tras haber comprado su silencio para mantener el “modus operandi” funcionando, añadieron las autoridades de ese país.
CATALOGAN CUARTEL COMO UN CENTRO DE HORRORES
Para la fiscal de Piacenza, Grazia Pradella, el cuartel fue transformado en un “centro de horrores” y agregó que “no había casi nada que ocurriera allí que fuera legal, esos policías han deshonrado el uniforme”. La intervención policial marca a Italia, al ser la primera vez que se interviene una comisaría entera.
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Los teléfonos móviles de los detenidos son los elementos clave de la investigación, al contener fotografías que ilustran cada uno de los delitos que se cometieron. Algunas de ellas muestran a los hombres posando con billetes, de fiesta y sacos de cannabis.
Una de las fotografías más alarmantes es la de un hombre en el suelo, sobre un charco de sangre. La policía ha comprobado que se trata de un migrante nigeriano, agredido a tal nivel, que el grupo de policías italianos llegaron a pensar que estaba muerto, es otro de los aspectos que han reportado medios locales.
El confinamiento debido a la pandemia del COVID-19 fue la oportunidad perfecta de agravar las acciones delictivas y así obtener un mayor beneficio económico. Los seis policías italianos vendieron droga a traficantes confinados en casa y utilizaron el sello oficial de la policía para facilitar el envío de la sustancia estupefaciente, es otro de los detalles expuestos.
