Por DÁNICA COTO
SAN JUAN
Agencia (AP)
Los cables gigantes y envejecidos que sostienen uno de los radiotelescopios más grandes del mundo se están venciendo lentamente y está llevando a este observatorio de Puerto Rico famoso por su papel en descubrimientos astronómicos al borde del colapso.
El Observatorio de Arecibo, asentado sobre un sumidero en la región montañosa de Puerto Rico, cuenta con un disco de 305 metros de ancho (1.000 pies) y que se puede ver en las películas «Contact» de Jodie Foster y «GoldenEye» de James Bond. El disco y una cúpula suspendida sobre él se han utilizado para rastrear asteroides que se dirigen a la Tierra, realizar investigaciones que llevaron a un Premio Nobel y ayudaron a los científicos a tratar de determinar si un planeta es habitable.
«Tengo miedo. Es una situación muy preocupante en este momento. Existe la posibilidad de una falla catastrófica en cascada», dijo el astrónomo Scott Ransom, del Observatorio Norteamericano de Nanohercios de Ondas Gravitacionales, una colaboración de científicos de Estados Unidos y Canadá.
La semana pasada, uno de los principales cables de acero del telescopio que era capaz de sostener 544 kilogramos (1.200 libras) se rompió con solo 283 kilogramos (624 libras). Esa falla dañó aún más el plato reflector después de que un cable auxiliar se rompió en agosto, haciendo un agujero de 100 pies y dañando la cúpula sobre él.
Los funcionarios están sorprendidos porque evaluaron la estructura en agosto y creían que esta podría manejar el cambio de peso, según las inspecciones anteriores.
Además de ser utilizada por científicos de todo el mundo, la instalación es también una de las principales atracciones turísticas de Puerto Rico, y atrae a unos 90.000 visitantes al año. La investigación se suspendió desde agosto, incluido un proyecto para buscar galaxias cercanas.
El telescopio fue construido en la década de 1960 y financiado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Ha soportado más de medio siglo de desastres, incluidos huracanes y terremotos.
Está previsto que lleguen cables nuevos el próximo mes, pero los funcionarios dijeron que los fondos para las reparaciones no se han gestionado con las agencias federales. Los científicos advierten que el tiempo se acaba. Solo un puñado de cables soporta ahora la plataforma de 900 toneladas.
El observatorio estima el daño en más de 12 millones de dólares.