Por CANDICE CHOI
NUEVA YORK
Agencia (AP)
Poco después de que empezaran a publicarse las calorías en menús de restaurantes de comida rápida, la gente redujo un poco lo que ordenaba, pero no duró mucho.
Los clientes de las cadenas de comida rápida en Luisiana, Mississippi y Texas ordenaron un promedio de 60 calorías menos por transacción en las semanas que siguieron a la publicación del dato, según un estudio publicado el miércoles en la revista médica BMJ. Eso representó una disminución de 4% y, principalmente, fue por no pedir extras como papas fritas o postres.
Después de aproximadamente un año, la reducción era de 23 calorías.
Ya que es probable que las órdenes sean para varias personas, el impacto por persona podría ser incluso menor. Sin embargo, la cifra es un promedio y algunas personas pudieron haber hecho reducciones mayores mientras que otras no hicieron ninguna, dijo el coautor del estudio Joshua Petimar de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
“El impacto más grande pudo haber sido en el corto plazo, mientras que los efectos a largo plazo todavía son tentativos”, dijo.
Es el estudio más reciente para medir cómo el conteo de calorías influye en lo que la gente pide. Una ley nacional que entró en vigor el año pasado requiere que cadenas con 20 o más locales publiquen las calorías. Algunos lugares, como la ciudad de Nueva York y California, impusieron normas similares hace años para combatir la obesidad. La idea es que la información resulte en que la gente elija mejores opciones.
Investigaciones previas indican que la cuenta de calorías genera poco o ningún cambio, y el estudio del miércoles indica que al parecer es el mismo caso en el sur, en donde las tasas de obesidad tienden a ser mayores. Aun así, los autores dicen que la investigación es necesaria para comprender los efectos de la práctica, sobre todo a largo plazo y en otros ambientes, como en restaurantes formales.
Puede ser que la gente no note los números en los saturados menús de restaurantes de comida rápida o que desconozca lo que significan, dijo Bonnie Liebman del Centro de Ciencias para el Bien Público, que ha presionado para que se incluyan las calorías en el menú.
La cantidad de calorías necesarias varía, pero un hombre moderadamente activo de 40 años suele necesitar 2 mil 600 calorías. Liebman dijo que exigir que los restaurantes publiquen la cifra también es una forma de que preparen platillos menos grasos.
Los hallazgos se basaron en las ventas de tres años en 104 locales de comida rápida. El propietario dio la información, pero no permitió que los investigadores identificaran a las cadenas.