Gorrión de corona blanca en el sur de Ontario con un radiotransmisor ligero. Foto la hora: Margaret Eng/ Saskatchewan Toxicology Centre /Ap.

Por PATRICK WHITTLE
PORTLAND, Maine, EE.UU.
Agencia (AP)

Los científicos que estudian un pesticida ampliamente usado indicaron que incluso una pequeña dosis de éste puede tener efectos devastadores en la salud de las aves migratorias y podría estar contribuyendo a una disminución en su población.

Los investigadores de la Universidad de Saskatchewan tienen programado publicar en la revista Science su investigación sobre el insecticida imidacloprid. El pesticida es parte del grupo de neonicotinoides, que ha sido muy estudiado por su impacto en la salud de las abejas.

Los científicos estudiaron a gorriones de corona blanca que consumieron pequeñas dosis del pesticida y hallaron que las aves experimentaron pérdida de peso y demoras en la migración. Esos cambios pueden entorpecer la capacidad de reproducción y supervivencia del ave, y ello podría contribuir a un descenso en la población de aves cantoras, dijo Christy Morrissey, profesora de biología en la universidad y autora principal del ensayo.

El ensayo abre nuevos caminos en el estudio de los efectos de pesticidas en aves porque muestra un vínculo biológico entre las sustancias químicas y la disminución de población, dijo Morrissey. La población de más de 70% de aves de tierras de cultivo norteamericanas presenta disminuciones, agregó.

“Vincula causativamente un pesticida con algo que es real y tangiblemente negativo para las aves: que su población disminuya”, dijo Morrissey. “Es evidencia clara de que estos productos químicos pueden afectar poblaciones”.

Los agricultores usan el imidacloprid y otros neonicotinoides para controlar pestes en sus cultivos. Otros estudios han vinculado los neonicotinoides, y el imidacloprid específicamente, con una menor tasa de supervivencia de las abejas.

El estudio de Saskatchewan muestra que el pesticida podría tener grandes efectos en las aves cantoras migratorias, dijo Frank Drummond, profesor de ecología de insectos de la Universidad de Maine que ha estudiado el impacto de los neonicotinoides. Drummond, quien no participó en el estudio, dijo que una importante interrogante es si las aves quedan expuestas al pesticida durante su migración.

Los investigadores realizaron su estudio capturando y exponer a decenas de gorriones de corona blanca a dosis del pesticida durante su migración a Canadá. Midieron la composición corporal de las aves y les colocaron un radiotransmisor cuando las liberaron.

Encontraron que las aves que recibieron mayores dosis de pesticida comieron menos y perdieron masa corporal, lo que significa que permanecieron más tiempo en las paradas de la migración. La migración es un momento peligroso para las aves y una demora podría resultar en una mayor exposición a los depredadores y menor éxito para reproducir, dijo la ecóloga cuantitativa de Audubon, Nicole Michel, quien no participó en el estudio.

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