MADRID
Agencia dpa / (Europa Press) –

Grandes cantidades de agua dulce superficial se pierden cada año en el Amazonas por la intervención humana, incluidas las represas hidroeléctricas y la deforestación y el cambio climático.

Un nuevo estudio ha revelado una tendencia alarmante, ya que la región pierde en promedio 350 km2 de agua dulce superficial cada año. La pérdida está relacionada con la construcción de represas hidroeléctricas, la deforestación y el cambio climático.

Realizado por WWF-Brasil y el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon), como parte del Proyecto MapBiomas y con el apoyo de Google Earth Engine, es la primera vez que se realiza un estudio de esta magnitud en todo el bioma amazónico. Se publica en la revista científica Water.

Basándose en imágenes de satélites Landsat recopiladas durante 33 años (de 1985 a 2017), nueva tecnología de procesamiento de datos e investigación dedicada, el estudio proporciona nuevas perspectivas y observaciones relacionadas con los cambios en los cuerpos de agua del Amazonas.

Bernardo Caldas, analista de conservación del Programa de Ciencia de WWF-Brasil y autor del informe, explica que existe una correlación directa entre la pérdida de la superficie del agua en la Amazonía y las intervenciones humanas, incluida la construcción de energía hidroeléctrica y la deforestación.

Las pequeñas centrales hidroeléctricas, las grandes obras de infraestructura, los embalses, las presas y las piscifactorías tienen un impacto en la dinámica natural y en los servicios ecológicos de la cuenca.

Estas intervenciones humanas son más prominentes en la zona conocida como el «arco de deforestación» en el sur del Amazonas y las áreas más afectadas por esta pérdida en la superficie de agua dulce son las planicies de inundación y las lagunas que se forman a partir del flujo y reflujo del agua.

Caldas también enfatiza que el agua no obedece a las fronteras estatales o nacionales. Su unidad es la cuenca de agua, que comprende la red de ríos y el flujo natural de agua.

La escala sin precedentes del estudio y la complejidad de la región presentaron una serie de desafíos. De hecho, la investigación no habría sido posible hasta los recientes avances tecnológicos en el procesamiento de grandes volúmenes de datos.

«Utilizamos servidores distribuidos por todo el mundo para procesar un impresionante volumen de imágenes satelitales», dijo Carlos Souza, investigador del Instituto del Hombre y del Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon). «Esto hubiera sido casi imposible hace unos años».

Este nuevo estudio podría allanar el camino para el monitoreo anual regular de los cuerpos de agua de la región, incluidos los ríos, lagos y humedales inundables.

También es parte de una serie de estudios realizados por WWF-Brasil para analizar la fragmentación de los ríos de la Amazonía y las consecuencias para el ecosistema. Desarrollado junto con una variedad de socios en la región, el propósito de este análisis es reunir aspectos de hidrología y biodiversidad para obtener una perspectiva transfronteriza.

Un Amazonas ecológicamente saludable que pueda continuar beneficiando a todos a través de productos y servicios de sus ecosistemas terrestres y acuáticos, tanto a nivel local como global, es indispensable. Estos estudios que actualmente están desarrollando WWF-Brasil y sus socios están ampliando nuestra comprensión de este sistema natural complejo y fundamental.

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