Florianópolis (Brasil)
Agencia (dpa)

La Comisión Ballenera Internacional (CBI) rechazó hoy una propuesta para crear una zona de protección para ballenas en el Atlántico Sur durante una crucial conferencia del organismo en Florianópolis, en el sur de Brasil.

Pese a contar con el apoyo de 39 naciones, la ambiciosa propuesta presentada por el país anfitrión fracasó debido a 25 votos en contra de los 67 participantes, según informaron varias organizaciones ecologistas.

La propuesta necesitaba una mayoría de al menos tres cuartos del pleno para ser aprobada, según los estatutos de la CBI. Tres países se abstuvieron en la votación del pedido, rechazado sobre todo por Japón, Noruega e Islandia, países con una fuerte industria pesquera.

«El olor a podrido de los antiguos tiempos de la caza de ballenas flota empecinadamente sobre la CBI», reclamó el experto de Greenpeace Thilo Maack. «De otra forma no se puede explicar que la comisión no haya podido otra vez pronunciarse a favor de una zona de protección en el Atlántico Sur», agregó.

«Detrás de esta enorme decepción está un pequeño grupo de países que hacen todo por volver a matar ballenas en el ámbito comercial», criticó.

La propuesta para crear un «santuario» de ballenas fue introducida por Brasil, un país que se beneficia del llamado «turismo ballenero» para el avistamiento de cetáceos en el océano.

El gigante sudamericano promueve la creación de esa zona de protección desde hace 22 años.

El pedido es este año una contrapropuesta a una solicitud de Japón para levantar la moratoria a la caza de ballenas, que rige desde hace 32 años. La cita en Florianópolis es considerada crucial por la posibilidad de que caiga esa prohibición.

Organizaciones medioambientales consideran ese posible paso como una amenaza drástica a la política de protección de ballenas.

«Esperamos que los países solicitantes (de la zona de protección) no se dejen desalentar por el voto destructivo de algunos Estados dentro del CBI y que empiecen a ejecutar el plan de forma regional», comentó en Florianópolis Nicolas Entrupp, de la organización ecologista OceanCare.

Japón, Noruega e Islandia son los tres únicos países que aún cazan ballenas a gran escala. Al margen de ellos sólo lo hacen algunos pueblos indígenas en Rusia, Groenlandia y Estados Unidos.

Según la organización ProWildlife, la flota pesquera japonesa mata unas 450 ballenas al año. Los pescadores noruegos cazan entre 600 y 700, los islandeses unas 200.

La CBI debe decidir sobre la propuesta de Japón en esta semana. La conferencia anual del organismo empezó el lunes y termina el viernes.

Detrás de esta enorme decepción está un pequeño grupo de países que hacen todo por volver a matar ballenas en el ámbito comercial.
Thilo Maack, experto de Greenpeace

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