Ciudad del Cabo
Agencia (dpa)

La región africana del Sahel afronta una severa crisis alimentaria y la malnutrición amenaza la vida de 1.6 millones de niños, alertó hoy Naciones Unidas.

Casi seis millones de personas luchan a diario para conseguir la alimentación que necesitan en Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania, Níger y Senegal, indicó en un comunicado el coordinador humanitario de la ONU, Mark Lowcock.

Los índices de malnutrición severa aguda, una situación en la que la vida corre peligro debido a un peso muy por debajo al estimado por la altura, una debilidad patente o la presencia del edema nutricional, han aumentado un 50 por ciento desde el año pasado en seis países, señaló Lowcock.

«Son niveles que no habíamos visto desde la crisis de 2012 y los meses más críticos están por llegar», añadió Lowcock.

La crisis de alimentos se ha visto agudizada por las escasas y erráticas lluvias en 2017, lo que derivó en una escasez de agua, cosechas y pastos, así como también en pérdidas en el ganado.

Millones de personas ya han agotado sus provisiones de alimentos, lo que obliga a las familias a no poder realizar todas las comidas, a retirar a los hijos de las escuelas y no poder realizar tratamientos esenciales para la salud con el fin de ahorrar un dinero que se dedica a comida, señala la ONU.

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