Por Volker Budinger
Agencia DPA

Cuando las articulaciones duelen y la pequeña letra de la pantalla resulta ilegible, el uso de un smartphone puede convertirse en una pequeña tortura. A causa de ello, con la edad suelen cambiar las necesidades de uso de la electrónica: importan menos una buena cámara y la duración de la batería que un uso sencillo del aparato.

Pero no todo el mundo envejece igual. «El grupo de las personas mayores es muy heterogéneo», afirma Nicola Röhricht, de la asociación BAGSO, que nuclea a grupos de trabajo con personas de la tercera edad. «E igual de distintas son las necesidades y exigencias que tienen con los celulares, teléfonos y smartphones».

Por eso no hay únicamente teléfonos diseñados ya para personas mayores, sino también opciones para adaptar los celulares a ellos. Sobre todo en lo que suele afectar a la mayoría con la edad: las teclas, la vista y el oído, pero también la estructura de los menús y la forma de uso.

Los fabricantes suelen promocionar sus dispositivos con grandes teclas y grandes pantallas. También existe el concepto del celular de cinco botones. «Cubre las expectativas de aquellos que quieren seguir con lo analógico y sencillo», explica Röhricht. «Este tipo de celulares siguen un concepto simple y suelen llevar una función de llamada de emergencias y otra de ubicación, lo que les da seguridad a los ancianos».

La fundación de protección al consumidor alemana Stiftung Warentest realiza comparaciones regulares de los celulares adaptados, así como de aplicaciones con las que se pueden usar de forma más sencilla smartphones «normales», indicó el director del proyecto, Dirk Lorenz.

No solamente se hicieron pruebas de laboratorio, sino también con personas mayores. «Les gustaron mucho sobre todo las grandes teclas que se reconocían muy bien en los teléfonos sencillos pero también en los smartphones especiales», explica Lorenz. Tuvieron asimismo muy buena aceptación los celulares con tapa y las superficies de carga en vez de los cables, difíciles de enchufar.

En cambio hay mucho que mejorar en el tema de los menús o la comprensión de las instrucciones de uso.

Otro elemento considerado muy positivo es la existencia de una tecla específica para llamadas de emergencia. En este caso lo fundamental es que el aparato reconozca si del otro lado de la línea hay alguien o si salta un contestador automático, en cuyo caso debería pasar al siguiente número de la lista, señala Lorenz, que advierte de que no todos los teléfonos cuentan con esta función.

También es ideal que haya un sensor que detecte si una persona se cae, así como una linterna fácil de usar, añade el experto.

Aunque muchos prefieren teléfonos sencillos porque sólo los usan para hablar, existe un amplio grupo que quiere participar en el mundo digital, cuyo interés a veces es subestimado. Además, mientras que las computadoras asustan a muchos, los celulares modernos con grandes pantallas y funcionamiento intuitivo suelen ser ideales para las personas mayores. Son aparatos con comandos de voz y la posibilidad de agrandar las pantallas, lo que es ideal.

Un consejo a los familiares es sin embargo que sean los propios usuarios los que vean y prueben qué funciones quieren, recomienda Dirk Lorenz. «En ningún caso uno debería sorprender a la abuela con un dispositivo. Recomendamos llevar al interesado a la tienda cuando vayan a comprarlo y dejarle decidir a él o ella».

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