Bogotá
Agencia (dpa)

Científicos colombianos, bolivianos y brasileños comenzaron a monitorear por satélite a los delfines de los ríos de la selva del Amazonas, en el marco de una investigación que busca proteger a los cetáceos de agua dulce.

Equipos de las organizaciones no gubernamentales Fundación Omacha de Colombia y WWF han instalado transmisores a 10 delfines rosados para estudiar su comportamiento y los riesgos que enfrentan, según publica hoy el diario «El Tiempo» de Bogotá.

Los datos que esperan recolectar los científicos permitirán conocer los desplazamientos de los cetáceos y el impacto que puede estar ocasionando en la zona la construcción de hidroeléctricas, la actividad minera y la agricultura.

Un investigador de la Fundación Omacha, Federico Mosquera, dijo que el estudio permitirá establecer cómo es el recorrido diario de un delfín, las épocas de migraciones y los lugares donde prefiere comer y enseñar a sus crías a conseguir el alimento.

«Los que vivimos y trabajamos en el Amazonas sabemos que hay amenazas crecientes y sin precedentes y que nuestro futuro está vinculado al futuro de los delfines», dijo el diario el director de la Fundación Omacha, Fernando Trujillo.

«Este proyecto es fundamental porque generará información que permitirá a los gobiernos de toda la región destinar recursos para proteger los delfines y sus hábitats, de los que también dependen muchas otras especies y comunidades», añadió.

Los transmisores se instalan en la aleta dorsal de los delfines y envían señales a un satélite cada vez que salen a tomar aire en la superficie de los ríos.

«El seguimiento satelital nos ayudará a comprender mejor la vida de esta emblemática especie amazónica, ayudando a transformar nuestro enfoque para protegerlos a ellos. Este es el comienzo de una nueva era para nuestro trabajo porque finalmente podremos mapear a dónde van cuando los perdemos de vista», dijo Marcelo Oliveira, de WWF Brasil.

El objetivo de la investigación es instalar transmisores en delfines que habitan los ríos Xingú y Negro (Brasil), Yasuní y Cocaya (Ecuador), Napo, Marañón y Ucayali (Perú) y Orinoco (Colombia).

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