Claudia Dávila de Castañeda cuenta su historia. Foto La Hora
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Por Redacción La Hora
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En el siguiente espacio y en seguimiento a los reportajes elaborados recientes por La Hora Mujer, respecto al cáncer de mama, reproducimos el testimonio que compartió con esta redacción Claudia Dávila de Castañeda quien sobrevivió al cáncer y desea dar a conocer su experiencia.

EL DIAGNÓSTICO

Aquella tarde cuando yo estaba hablando por teléfono con una amiga, llegó mi esposo a decirme que me quería hablar, no le presté mucha atención, pero con tanta insistencia opté por despedirme. Me contó que lo había llamado el cirujano plástico y había preferido hablar con él directamente para el resultado de patología del quiste: Carcinoma Ductal Infiltrante, moderadamente diferenciado Grado Histológico 2. Mi esposo al recibir la noticia sintió que le echaban un balde de agua fría, pero le dijo al doctor que hablara conmigo ya que yo era una persona fuerte y podía recibir esa noticia de parte de él. Antes de hablar con el doctor, mi esposo me contó la triste noticia y, por supuesto, me puse a llorar pero tenía que hablar directamente con él. Lo llamé y traté de estar tranquila. Me dijo que tenía CANCER.

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ESTA ES MI HISTORIA

Hace aproximadamente 11 años me apareció en mi examen ginecológico una protuberancia en mi mama izquierda; después de varios exámenes, mi ginecólogo me dijo que había que quitarla. Se fue casi media mama, por lo que no me sentía bien con mi apariencia. Tomamos la decisión con mi esposo que me pondría implantes. Sentí que los implantes eran más grandes de lo que yo esperaba, pero me acostumbré a vivir con ellos. Pasó el tiempo y siempre me hacía mis chequeos.

Teníamos 19 años de vivir con mi esposo, unidos, y en julio del 2018 me tenía una gran noticia, nos podríamos casar. Al cabo de los días, escogimos nuestra fecha de boda el 18 de mayo del siguiente año. Empezamos con todos los preparativos muy ilusionados.

En octubre de este mismo año sentí una pequeña bolita en mi mama izquierda. Hablé con mi ginecólogo y me mando a hacer un ultrasonido. El resultado del laboratorio fue que era una bolita de agua y que me hiciera nuevos exámenes en 6 meses. Sin embargo, fui notando que iba creciendo, pero no le dí importancia porque en los resultados habían dicho que era benigna.

Tomé la decisión de hacerme el cambio de implantes a finales de enero del 2019, primero porque ya tenía 10 años con ellos y había leído que era recomendable cambiarlos y luego porque yo deseaba verme a gusto para la boda. Le comenté al cirujano plástico de la masa de agua que me habían dicho en el laboratorio que tenía y me dijo que aprovecharía a quitármela. Cuál fue su sorpresa al abrir y ver que lejos de ser una masa de agua, se había convertido en un tumor. Limpió bien toda el área antes de hacer el cambio y ya procedió a terminar la cirugía. Al salir de la cirugía se lo comentó a mi esposo y luego él a mí, pero no nos preocupamos hasta esperar el resultado del patólogo.

Al cabo de unos días recibimos la triste noticia, tenía Carcinoma Ductal Infiltrante, moderadamente diferenciado Grado Histológico 2, con Invasión Linfovascular de 1cm en su diámetro.

MI REACCION

Nunca pensé que me iba a morir, lo primero que pensé fue DIOS MIO, QUE NOTICIA, y luego pensé en mi hijo, en mi esposo y, ¡¡EN QUE NO TENDRIA PELO EN MI BODA!! y por supuesto me puse a llorar!! Esa misma noche hablé con mi ginecólogo y al día siguiente fuimos a su consultorio. Nos confirmó que era CANCER. (Siempre pensé que cómo le dirían a las personas que tenían cáncer… ese día lo supe… tan sencillo como TIENES CANCER. Iba con mi hermana y mi esposo y cuando oímos de nuevo la noticia, lloraba mi hermana y lloraba yo y mi esposo estaba acongojado. Nos dijo mi doctor que había que operar lo más pronto posible ya que lo tenía en grado 2 y era linfático agresivo. Nos mandó que fuéramos con el oncólogo y de una vez agendamos la operación.

Esa misma noche hablamos con mi familia y familia política. En especial con mi cuñada Any, ya que ella ya había pasado una situación similar.

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Fue muy lindo y especial el apoyo que recibí de toda mi familia, familia política y de amistades mías y de mi esposo. Esto me dio fortaleza para hacerle frente a todo lo que este cáncer traería para mí.

Llegó el día de la operación. Todo salió muy bien. A los días, entré a operación nuevamente para que me pusieran un implantofix. Este aparatito me ayudaría a que me aplicaran directamente la quimioterapia por ahí y no me dañara mis venas. Al cabo de los días empecé con las quimioterapias. Había empezado a hacerme unos tratamientos de Ozono, Vitamina C, ATP y Glutation con el primo de mi esposo, Alfredito Núñez. Estos me ayudarían a levantarme las defensas y sentirme bien cuando me aplicaran cada quimioterapia. El 3 de mayo fue mi primera quimioterapia, 15 días antes de la boda.

Se llegó el día tan esperado de mi boda, 15 días después de mi primera quimioterapia. Realmente yo misma me sorprendí de la energía y lo bien que me sentía y esto hizo que realmente me disfrutara mi boda como la había soñado. Le había pedido a Dios que me permitiera tener mi pelo para la boda, increíblemente, a los tres días después, se me empezó a caer el pelo. Luego ya vino la segunda quimioterapia. Gracias a Dios y a los tratamientos de Alfredito, pude sobrepasar cada una. Estas eran cada 21 días. Me habían dicho en un inicio que serían 4, fueron 6 al final.

Entre cada quimioterapia tenía que regresar con el doctor, dos veces a la semana para que me aplicaran unas inyecciones en el estómago para elevarme los glóbulos blancos y los rojos.

Al tener 4 quimioterapias, mi oncólogo me mandó a México, a Medica Sur, para hacerme un Petscan. Fuimos con mi esposo. íbamos muy nerviosos. En México tuvimos un ángel, Marianita Núñez, quien estaba sacando su maestría específicamente en cáncer. Ella fue la primera en contestarnos que estaba libre de cáncer. “Gloria a Dios, salí limpia de Cáncer” Fue un momento muy emotivo tanto para mi esposo, como para mí y mi familia entera que estaba esperando la noticia por teléfono. Al día siguiente, fuimos con su jefe, un connotado cancerólogo quien nos confirmó el diagnostico.

Ya para julio había perdido bastante cabello, por lo que el doctor me aconsejó que me rapara. Fue duro acostumbrarme a no tener cabello y usar pañuelos.

¡¡¡El 6 de septiembre terminé mi última Quimioterapia!!! Estoy en remisión, me recetaron Arimidex, esta medicina me ayuda a no producir hormonas, ya que mi cáncer fue hormonal. Mi oncólogo me dejó dieta libre, pero siempre me indicó que tengo que cuidarme. Siempre tuve una actitud muy positiva, la que mantengo hasta la fecha y eso me ha ayudado a poder manejar y tolerar los efectos secundarios que la pastilla me produce y que son bastante dolorosos y molestos.

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¿QUÉ APRENDI DE ESTA EXPERIENCIA?

Nunca cuestioné a Dios. Siempre pensé que todo pasaba por algo, pienso que Dios tiene un propósito para mí y me enseñó lo fuerte que puedo ser. Aprendí a vivir sin importarme que van a decir de mí, aprendí a dejar la vanidad a un lado, aprendí a acercarme más a Dios, aprendí que mi familia siempre estará conmigo cuidándome y apoyándome y aprendí lo poderosa que puede ser la oración.

LE DOY GRACIAS A DIOS POR MI VIDA. GLORIA A DIOS.

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