Katheryn Patá es una joven que desde que tiene memoria disfrutaba pintar y dibujar, solía emocionarse a fin de año escolar porque los institutos educativos regresaban al alumnado materiales sobrantes como témperas y cartulinas, lo cual permitía a la joven pintar y dibujar lo que quisiera y sin límites su imaginación volaba.
En entrevista para Nosotras LH relató que a nivel bachillerato estudió Ciencias y Letras con una orientación en Diseño Gráfico lo que le ayudó a recibir clases un poco más enfocadas a las artes, no obstante, fue cuando ingresó a sus estudios superiores en la Escuela de Arte Superior de la Universidad de San Carlos que verdaderamente comenzó a recibir clases formales sobre el tema y con las cuales ha podido llevar a cabo diversos proyectos hasta el día de hoy.
COLECTIVO JADE
En 2017 inició junto a amigos de la universidad un colectivo de arte con el que buscaban comenzar a abrir espacios para ellos y más artistas; “muchas veces eso tiene el elitismo del arte, que cuesta que las personas que no tienen contactos o estado en el medio, se les dificulta exponer”, mencionó.
En su familia solamente su abuelo ha tenido relación directa con el arte, pues es músico, pero de ahí en más Katheryn es la parte de creación en la familia, por lo que hasta que ingresó a la universidad comenzó a enterarse de exposiciones y asistir.
“En 2018 el colectivo estuvo muy activo, nos interesaba que hubiera una comunidad de artistas y que no estuvieran todos separados”, afirmó con una sonrisa.
El agrupamiento no solo le ayudó a Katheryn para comenzar a conocer espacios y personas involucradas en el mundo, sino que también fue una puerta de aprendizaje en gestión de proyectos, ya que explicó que como artista debe muchas veces hacer de todo al momento de presentar uno, y también a superar un poco la timidez, “toda mi familia sabe lo que me gusta hacer, pero si uno se quiere dedicar a esto debe exponer lo que hace, eso me ayudó a que no me diera vergüenza mostrar mis cosas y soltarme”.
SINESTESIA MÚSICA-COLOR
Katheryn narró que el año pasado comenzó a adentrarse en instalaciones, video y arte sonoro, ya que al haber estudiado música quiso añadir esa parte a sus obras visuales. Y por su parte con la instalación logra que las personas que ven su trabajo puedan estar más en contacto e interactuar.
La primera instalación que realizó fue parte de su tesis de grado en conjunto con su compañera y amiga Lisa de León, la obra se instaló y llevó a cabo en una casa vacía, “al ser en pandemia todo estaba cerrado, aprovechamos eso y también lo hicimos para quitar la idea de que el arte solo está en espacios culturales”, argumentó.
La obra se basó en una condición que varias personas tienen en donde sus sentidos se entrelazan y cuando escuchan música o algunos sonidos ven y escuchan realmente colores, esa se llamada ‘sinestesia música-color’, por lo que la exposición e investigación se fundamentó en relacionar el acorde de Gsus4+5, que tiene las notas de sol, do y re#, y los colores RGB que son rojo, verde y azul. Lo que buscaron con la instalación fue recrear la sensación de la sinestesia en personas no sinestésicas.
MEMORIA IMPLÍCITA
Katheryn también recordó con mucho entusiasmo su primera exposición instalada personal, esta se llevó a cabo en una galería llamada ‘La Nueva Fábrica’. En esta ocasión volvió a relacionar la música con el arte visual solo que de una forma un tanto diferente.
“Lo que hice fue escuchar 100 canciones que me recordaran e hicieran sentir algo, era escuchar una canción en repetición y dibujar lo que saliera sin pensarlo, por eso le puse el nombre de ‘Memoria Implícita’ ya que fueron cosas que hice sin pensar”, explicó.
Adicional al material visual Katheryn hizo una pieza sonora que acompañaba la instalación, y era una obra interactiva en la cual las personas entraban y con base en la armonía que se reproducía podían dibujar en las paredes del lugar lo que estuvieran sintiendo en ese momento.
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“Me sentí muy abrumada porque siento que me pasó eso que les sucede a muchas mujeres del síndrome del impostor, entonces cuando estaba haciendo la obra y se acercaba la fecha pensaba ‘que estaba feo, a nadie le iba a gustar’, pero luego me di cuenta de que el circuito del arte funciona hasta que uno se da a conocer en un lugar, me ayudó a darme a conocer y fue chilero”, relató entre varias sonrisas nerviosas, pero genuinas.
Katheryn reveló que la mayoría de sus trabajos son realizados desde sus vivencias personales, y otras tienen relación con un tema que le concierne mucho: el medio ambiente y lo que está pasando.
UNA OBRA SONORA EN NUEVA YORK
El próximo marzo una pieza sonora que Katheryn realizó, de nuevo junto a su amiga Lisa de León, participará en una galería en Estados Unidos llamada ‘Apexart’, una participación que tendrá con el colectivo de arte La Revuelta ya que es una exposición colectiva que ellas gestionaron.
La obra habla sobre los miedos heredados que tienen las mujeres, para ello entrevistaron a sus abuelas con la pregunta ‘¿por qué les da miedo que salgamos de noche?’. A pesar de que la obra se presentará en un país donde el lenguaje nativo no es el español, la pieza sonora conserva el español como lenguaje, y lo que las artistas hicieron para que se entendiera la historia fue grabar paisajes sonoros de la noche que acompañan la narración.
UNA NUEVA EXPOSICIÓN PERSONAL
Además, agregó que actualmente se encuentra gestionando una exposición en solitario para mayo que se presentará en Guatemala en un espacio nuevo llamado ‘Perjura’ en zona 9 de la capital. Para la artista este lugar tiene mucho valor ya que no es necesario tener cierto tipo de reconocimiento o experiencia para presentar el trabajo, es un espacio abierto a todos que busca ser una comunidad.
FAMILIA UN PILAR
Para la joven artista el apoyo de su familia siempre ha sido una parte importante en su vida, pues desde pequeña -aunque fuera con los materiales escolares- recibió el soporte de sus familiares; “desde que comencé y decidí estudiar artes visuales hasta el día de hoy me siguen apoyando, y creo que eso es una gran ventaja y un privilegio”.
