En los próximos días la niñez guatemalteca retornará a clases presenciales, ya sea en el sector privado donde las fechas están programadas para este mes de acuerdo con los planes de cada colegio o en el sector público donde el Ministerio de Educación (Mineduc) lo tiene previsto para el 15 de febrero.
Luego de dos años coexistiendo con la pandemia del COVID-19 los niños, como todos, han ido aprendiendo a relacionarse y convivir con los nuevos parámetros y medidas de sanidad; lo que llamamos la “nueva normalidad”.
Colegios y centros educativos están preparándose con protocolos que permitan garantizar medidas sanitarias seguras para el retorno a clases presenciales y conseguir las autorizaciones del Ministerio de Educación y Secretaría de Bienestar Social.
Así como la preparación a nivel currículum, ya que, con el fin de garantizar flexibilidad a las familias y la misma calidad educativa, habrá niños que vayan todos los días al colegio, algunos de forma híbrida y otros lo harán por medio virtual.
Sin embargo, enviar a los niños de nuevo al colegio es un trabajo colectivo, tanto de autoridades y personal educativo como de padres y tutores de familia.
¿QUÉ PUEDEN HACER COMO PADRES PARA APOYAR AL COLEGIO?
Patty Godoy, licenciada en educación y aprendizaje, menciona que el cuidado en casa para el regreso a clases es muy importante.
Así como la vacunación, ya que ha demostrado ser efectiva en la reducción de casos graves de COVID-19, “independientemente de la marca y del esquema, realmente es una primera toma de decisión que hay que hacer”, remarca.
Otro punto conveniente es mantener las burbujas de relación con los conocidos y evitar las aglomeraciones o ir a espacios cerrados (como centros comerciales), lo ideal es que si se planea salir a buscar espacios abiertos; con el fin de cuidar la salud de la familia y ser conscientes que los hijos pueden enfermarse e infectar a los demás.
En esa misma línea María Alejandra Muralles, psicóloga y coordinadora de preprimaria, recalca que es muy importante que las familias estén atentas a síntomas y sean responsables en los cuidados que tienen como familia, ya que los pequeños convivirán con otras familias donde no se sabe si hay personas más vulnerables ante el virus.
“Pensar en lo que cada familia haga o deje de hacer tiene repercusiones en muchas personas más, no solo en el núcleo familiar”
María Alejandra Muralles, psicóloga y coordinadora de preprimaria
Otra recomendación es no minimizar síntomas, y tomar ahora más que nunca precauciones desde el inicio, y ante el contacto con alguien enfermo o presencia de algún síntoma notificar al colegio para que estos estén informados y puedan actuar de acuerdo con sus protocolos establecidos.
Un punto esencial bajo esta línea, que menciona Godoy es ser y demostrar ante nuestros hijos la empatía al momento en que el colegio notifique que hay caso positivo; no emitir juicios, juzgar o hablar en los chats de padres ni frente a los hijos, y tener una actitud de cooperación.
“De por sí es duro recibir un resultado positivo, imagina que la gente todavía juzgue, y un comentario muy común es ‘por culpa del fulanito ya no vamos a poder regresar al colegio’, entonces es injusto”
Patty Godoy, licenciada en educación y aprendizaje
Ambas coinciden en la importancia de tener una organización en casa en cuanto a la parte académica: con materiales y suplementos que necesite el niño, para que pueda hacer sus tareas y una persona que lo acompañe.
Tener planes de rutinas, espacios adecuados y tener en mente que si por alguna razón de semáforo, restricciones o el colegio manda a cuarentena se está preparado para poder atender y asistir a los niños con las clases desde casa.
Además, tanto Muralles como Godoy brindan una serie de recomendaciones de cómo pueden ayudar los padres a sus hijos en la vuelta a clases presenciales:
1. Sentarse con los niños y explicarles que hay dos situaciones que pueden darse: el continuar con clases virtuales o regresar de forma presencial al colegio, con el fin de anticiparlos que en cualquier momento surgen cambios y puede ser de una manera u otra.
2. No solo explicarles la importancia de mantener su mascarilla puesta, independientemente la edad, sino también moldearlo con acciones concretas. Como adultos ser el ejemplo, usar y mantener la mascarilla de forma correcta con el fin de que los niños lo vean, aprendan, repliquen y no les sea difícil mantenerlo en el colegio. Y agregar en las mochilas mascarillas de repuesto a modo de prevención y que en dado caso la que lleven puesta ya no sea funcional.
3. Explicar la razón del porqué las cosas se hacen o no, por ejemplo “nos dejaremos la mascarilla por tal y tal razón”; esto es una señal de confianza hacia ellos de parte de sus padres y así sentirán que son suficientemente maduros para entender las cosas.
4. Creando espacios para que los pequeños se sientan con la confianza de preguntar con algún adulto sus dudas sobre algún síntoma, si quieren hablar de algo que estén viendo o sintiendo.
5. Tanto los padres, colegios y niños deben conocer los protocolos de acción de parte de los colegios para que los tres lados estén en una misma sintonía.
6. Que los niños tengan rutinas, es decir formas sistemáticas y claras de su día a día, ya que cuando se está en casa se puede moldear y acoplar los horarios, pero el regresar a un ambiente como el colegio donde todos tienen las mismas rutinas a la misma hora puede ser un poco complicado en adaptación para el niño. Entonces inculcar hábitos desde casa hará que el proceso de retorno a clases no se les dificulte tanto.
7. Rutinas de independencia acorde a sus edades, ya que en casa puede ser muy común que siempre haya alguien que les haga las cosas, pero en el colegio solo hay una maestra para un grupo de niños, por lo que darles independencia y hábitos acorde a sus edades facilitará el proceso.