Por Ana Lucía González
agonzalez@lahora.com.gt
El Programa Nacional de Salud Reproductiva del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) dispone para el ejercicio fiscal de este año de Q74.07 millones. Una cantidad asignada que proviene del 15% de la Ley de Impuestos sobre la distribución de bebidas alcohólicas destiladas, cervezas y otras bebidas fermentadas (Decreto 21-2004).
El desglose del presupuesto asignado en el SICOIN del Ministerio de Finanzas Públicas muestra una serie de modificaciones en la asignación del 2021. En principio, refleja una reducción de Q15 millones en este rubro asignados en el área de materiales y suministros, un incremento en servicios no personales (energía eléctrica, agua, correo) de Q17.8 millones a Q31.6 millones.
Y tercero, un incremento en el renglón de propiedad, planta, equipo e intangible que pasó de Q397,400 a un monto vigente de Q1,697,400. Esto de acuerdo con el reporte de SICOIN el pasado mes de abril, según indagación de la diputada Andrea Villagrán del partido BIEN.
De acuerdo con la ley, los Q74 millones asignados este año, deben destinarse a los programas de planificación familiar y alcoholismo del MSPAS, este último no existe. Sin embargo, “dicho destino no será susceptible de transferencia alguna”, indica en el artículo 25.
De este rubro asignado, según la Ley de Maternidad Saludable (Decreto 32-2010) el 30 por ciento debe destinarse a la compra de insumos anticonceptivos. Esta adquisición se realiza por convenio con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, (UNFPA), “aunque todavía no aparece ejecutado en el tablero del SICOIN”, explica la doctora Mirna Montenegro, directora del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR).
LA LOGÍSTICA DE LA PLANIFICACIÓN FAMILIAR
El Programa Nacional de Salud Reproductiva nació en 2004, por iniciativa de la diputada Aura Marina Otzoy. De acuerdo con Montenegro, nominalmente sí se recibe el 15% asignado, sin embargo, quien lo administra es la Unidad Ejecutora 021. Por tanto, le toca “hacer cola” para recibir los fondos correspondientes.
De esa cuenta, en el 2020 solo se ejecutó el 50% del presupuesto y el resto se fue al fondo común. Por lo que este año, como parte de la Comisión Nacional de Aseguramiento de Anticonceptivos, buscan que no vuelva a suceder lo mismo.
No es la primera vez que la compra de insumos anticonceptivos ha sido problemática. Según la Ley de Contrataciones, esta debe realizarse solamente a través de convenio internacional. “Puede ser compra local, toda vez el precio sea menor y la calidad la misma”, explica la experta.
Recuerda que en 2018 la adquisición de estos insumos fue un problema, debido a que las autoridades de entonces querían hacer el negocio localmente y no se compraron anticonceptivos ese año.
En un contexto de pandemia, definir un plan de compras se hace más complejo, sumado al retraso de meses que implica la autorización del mismo. Por un lado, la oferta ha variado, unido a las dificultades en el transporte internacional. “En India dejaron de producir anticonceptivos, porque están fabricando vacunas. La farmacéutica Pfizer, anunció que deja la línea de inyectables trimestrales Depropovera, con una alta demanda en las mujeres guatemaltecas.
La logística es el corazón de la planificación familiar, sin embargo, esta cadena se convierte en un asunto complejo cuando se trata de llegar a las usuarias de las comunidades más lejanas.
El proceso sigue este mecanismo. La compra se hace en forma centralizada a través de UNFPA. Los insumos los recibe la bodega central del MSPAS. Se distribuyen según las direcciones de área, “no con base a una demanda real, lo que implica sobre abastecimiento, asegura Montenegro.
En seguida, cada puesto de salud debe acudir a la dirección de área para sus respectivas provisiones. “Generalmente lo hace la enfermera auxiliar, quien con su propio dinero se traslada, y mete en su morral los insumos que le caben”, explica la experta, luego de años de conocer las interioridades de este proceso.
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SE REDUCE EN 40% DEMANDA DE ANTICONCEPTIVOS
El médico Carlos Morales Argueta, quien integra el componente de Planificación Familiar del Programa de Salud Reproductiva, indica que no ha habido una reducción en el presupuesto. Parte de este monto se ha destinado para la contratación de personal.
La transparencia y fiscalización de estos fondos se da a través de la Comisión Nacional de Aseguramiento de Anticonceptivos, liderada por el MSPAS, donde participa la sociedad civil, explica.
Admite que el año pasado, el programa no se pudo ejecutar como se hubiese querido, aunque sí se proveyó y los servicios estuvieron abiertos a las usuarias. No obstante, disminuyó la demanda de métodos anticonceptivos. “Estimo que hasta un 40 por ciento menos de mujeres se acercaron a los servicios de salud por la pandemia”, añadió.
Resultado de esta situación, en el primer semestre de este año, podría determinarse si hubo un incremento de embarazos, ante la falta de distribución de métodos anticonceptivos, situación en donde también coincide la doctora Montenegro.
En este escenario de servicios de salud abiertos no está de acuerdo Montenegro, quien aseguró que las consultas se cerraron, así como muchas mujeres no pudieron trasladarse. Por ello, en 2020 se desplomó el uso de métodos de planificación familiar.
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EN MOTO SE LLEGA MÁS LEJOS
Morales Argueta considera que, en un contexto de pandemia, aún prevalece la resistencia de la población para acudir a los centros de salud. Por eso, una de las estrategias este año consiste en la compra de vehículos tipo pick up y motos en las distintas direcciones del MSPAS, que les permitan distribuir los métodos anticonceptivos en los lugares más alejados del país. “Apoyamos a las direcciones de área que lo solicitan”, indica.
TRES ESTRATEGIAS
Este año, de acuerdo con dicho presupuesto, el programa prevé tres estrategias para fortalecer las acciones de salud sexual y reproductiva.
1. Contratación de recurso humano en áreas y hospitales.
2. Fortalecimiento del abastecimiento de métodos de planificación familiar en 2021 y 2022, especialmente en los servicios de difícil acceso geográfico para las usuarias; además de incrementar el número de mujeres en el primer y segundo nivel de la red de salud pública.
3. Crear un mecanismo de transferencia económica para el fortalecimiento de espacios amigables. Esto con el objeto de enfocar acciones dirigidas a disminución de muerte materna y neonatal, disminución de embarazos en adolescentes y asegurar el acceso a anticonceptivos para las jóvenes.
Fuente: oficio de la doctora Karem Morales Castañón del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Marlene Mérida, administradora-financiera, abril 2021.
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