“Panadería Rincón Guatemalteco”, es un sueño hecho realidad de dos guatemaltecas. Foto La Hora
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POR MARGARITA GIRÓN
jgiron@lahora.com.gt

Una de las tradiciones de la época de fin de año, es el pan que se prepara en Guatemala y que es especial de la época navideña. Tortas, magdalenas, pirujos para acompañar los tamales o simplemente el pan dulce, son característicos de las mesas chapinas.

Para los guatemaltecos que residen en el exterior, uno de los sabores que más extrañan de Guatemala es el pan chapín; no obstante, en distintos estados, los connacionales encuentran opciones y en Massachusetts no es la excepción.

En la ciudad de Waltham, ubicada en el estado de Massachusetts, la guatemalteca Mónica Solares, junto a su mamá, María Olga Bran, originaria de Zacapa, Guatemala, iniciaron la construcción de un sueño y así nació “Panadería Rincón Guatemalteco”, que durante el año ofrece diferentes variedades de pan con el toque chapín y durante la época navideña, no faltan las magdalenas y tortas.

“Yo llegué a EE. UU. en 1987, mi madre vino antes. La idea surgió hace algunos años, con la nostalgia de una patojita seca que compraba pan en la panadería la Zamara y la Espiga de Oro”, dijo.

Las guatemaltecas han luchado por alcanzar sus metas. Foto La Hora

Según comentó Mónica, siempre tuvo el deseo de establecer un negocio de pan, pero el temor la detuvo, ya que encontrar a un panadero que cumpliera con los requisitos necesarios, era complicado.

Sin embargo, en el 2005, la posibilidad de cumplir el sueño, cuando supo de la disponibilidad de “un lugarcito” en la esquina de Elm y River St en Waltham y así, en sociedad con su mamá, logró cumplir su objetivo, pese a los desafíos que ello implicaba, pues además del lugar, conseguir los permisos fue un proceso complicado.

“Emprender en este país no ha sido fácil, pero no es imposible, nos asociamos mi madre y yo, empezamos con 1 horno, una batidora, y una mesa. Conseguimos un panadero el cual me enseñó mucho, Efraín se llama, él ya regreso a Guatemala, pero ha sido un camino largo”, acotó.

Mónica detalló que, en el día a día son ella y su mamá quienes atienden el negocio y su esposo se encarga los fines de semana de comprar todo el producto que necesitan porque además de la panadería, tienen una mini tienda.

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SU INSPIRACIÓN

Mónica comentó que su principal inspiración es su mamá y sus tres hijas, además, añadió que es lograr lo que una persona se proponga se logra “solo hay que trabajar duro y más duró”, enfatizó. Además, destacó que, el pan es elaborado solo por mujeres, además de ella, su hija también heredó el gusto por la panadería.

“Aprendí a hacer pan porque con los panaderos cuesta mucho por estos rumbos, ya montado en el cabello pues tiene que darle, una de mis hijas aprendió hacer pan también”, acotó la entrevistada.

“Yo creo que el Chapín de por si es chispudo, aquí han prosperado con sus compañías de arreglar techos de jardinería, de pintura, de limpiar casas, no hay obstáculos y lo mejor es ayudarnos, no envidiarnos y procurar que nuestros hijos se eduquen”, precisó.

Añadió que, aunque las jornadas son largas, es satisfactorio poder trabajar duro por su patrimonio y el de su familia. “Aquí en la panadería nos levantamos a las 3 o 4 am y trabajamos hasta que se esconde el sol, a veces es cansado, pero me inspiro cuando viene un cliente a la panadería y le dice a uno que el pan es como el de Guatemala y que se sienten en Guate”, añadió.

Según comentó Mónica, siempre tuvo el deseo de establecer un negocio de pan. Foto La Hora

MÓNICA SOLARES: ESTE RINCONCITO SIGNIFICA MUCHO PARA NOSOTROS

A decir de Mónica, ser guatemalteca es un orgullo, y poder estar en la comunidad ha sido una bendición para ella y su familia, “desde que abrimos nuestras puertas hemos sido bendecidas”, dijo.

Además de pan y antojitos chapines, también preparan pupusas salvadoreñas, ya que una de sus trabajadoras es originaria de El Salvador, según comentó.

“Este rinconcito significa mucho para nosotros y la confianza que nos tienen es bien bonita yo adoro a mi gente son gente humilde y muy trabajadora y les agradezco de todo corazón el apoyo que día a día nos dan”, dijo Mónica.

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SUS METAS

Al hablar de sus metas, Mónica comentó que espera que su hija menor se gradúe de la universidad y poder retirarse junto a su esposo Mario Garnica, quien también apoya en la panadería.

Añadió que, aunque su sueño es volver a Guatemala, le preocupa que por los últimos 35 años solo se han elegido gobernantes no idóneos. “No aprendemos cómo elegir un Presidente que valga la pena y del Congreso para que le digo, más ratas que nadie y ver a la gente siempre igual da cólera, duele Guatemala, me duele mucho”, enfatizó.

“No le digo que aquí, ha sido un camino fácil madrugadas, trasnochadas con tormentas de nieve, uno se vuelve todo terreno, pero así es, hay que sembrar para cosechar verdad además usted tiene que hacer lo que le gusta, sobre todo, hay que hacerlo con amor”, agregó.

Las guatemaltecas, con sus panes, han hecho realidad un sueño y llevado el sabor tradicional a Estados Unidos. Foto La Hora
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