POR DAVID McHUGH
FRÁNCFORT
Agencia (AP)
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dijo que la economía regional sigue «con muletas» y necesitando apoyo del banco central y gastos gubernamentales, en momentos en que los 19 países de la zona del euro sufren encierros extendidos en una tercera ola de infecciones de coronavirus.
Lagarde expresó que la autoridad monetaria de la eurozona prevé una recuperación este año, pero que no debatió sobre una posible reducción de su estímulo de emergencia porque eso sería «prematuro».
Aunque el BCE se siente alentado por el lanzamiento de vacunaciones, «seguimos teniendo este ambiente general de incertidumbre» sobre cuándo los números de infecciones y restricciones a las actividades de negocios y viajes van a bajar, dijo. Mencionó preocupaciones sobre las nuevas variantes más contagiosas que han alimentado el aumento de las infecciones. «Seguimos viendo los riesgos a corto plazo inclinados a lo negativo».
La economía está «con muletas: una fiscal y otra monetaria» y no está lista para erguirse por su cuenta aún, afirmó.
Lagarde habló en una conferencia de prensa luego que el BCE dejó intactas las tasas de interés en niveles bajos récord y no ajustó su programa de compras de bonos de 1.85 billones de euros (2.22 billones de dólares) que dice seguirá al menos hasta el final de marzo de 2022.
Apenas menos de la mitad de esa suma queda para ser usada en los próximos meses, las compras regulares usando dinero recién emitido –un poder clave de los bancos centrales– reduce los costos de préstamos para las compañías, consumidores y gobiernos. Su tasa principal sigue en menos 0.5%.
Lagarde reiteró que un aumento de la inflación este año, que es esperado, no llevará a un cambio de la política del banco. Dijo que los aumentos inflacionarios recientes se deben a «factores temporales e idiosincráticos» y que las presiones inflacionarias subyacentes «siguen apagadas».
El banco está listo «para ajustar todos sus instrumentos» si la situación lo requiere, dijo Lagarde.