CIUDAD DE MÉXICO
Agencia (AP)
La Cámara de Diputados mexicana aprobó el presupuesto federal para 2020 en una sesión de toda la noche en un centro de convenciones de la capital del país luego de una serie de concentraciones y bloqueos de grupos campesinos alrededor de la sede del Congreso.
Las protestas estallaron a raíz de la política del presidente Andrés Manuel López Obrador de entregar fondos directamente a los campesinos y las familias pobres en lugar de distribuirlos a través de las organizaciones que dicen representarlos.
Las agrupaciones suelen crear feudos autocráticos en el campo mexicano y obligar a sus miembros a participar en protestas a fin de recibir los beneficios a través de ellas.
El partido Morena de López Obrador optó mejor por hacer las transferencias directamente y otorgar subsidios agrícolas a fin de impedir que tales agrupaciones se quedaran con fondos destinados a la ayuda.
Muchas de las agrupaciones también funcionaron como aliados políticos del anterior partido en el poder, que Morena desplazó en las elecciones de 2018.
Pero los legisladores de la oposición criticaron a Morena por reducir los fondos de agencias reguladoras y supervisoras con las que se ha enfrentado el presidente.
El presupuesto federal de 315 mil millones de dólares incluye fuertes recortes en fondos al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI).
Los detractores señalaron que tales recortes dificultan la realización de elecciones democráticas, justas y confiables.
No obstante, el presupuesto incluye un enorme incremento de 8,8% en el presupuesto para la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). El dinero ayudará a la compañía gravemente endeudada a construir una polémica refinería en la costa del Golfo de México.
Más importantes aún, desde la perspectiva de Estados Unidos, son los 72 millones de dólares presupuestados para la implementación de reformas laborales, las cuales buscan garantizar que los trabajadores realmente puedan elegir a través de votación a sus representantes sindicales y los contratos colectivos.
México ha atraído fuertes inversiones de capital extranjero en plantas automotrices, en parte debido a que los sindicatos a favor de las compañías habían logrado anteriormente firmar contratos con salarios bajos, incluso antes de que las fábricas inicien operaciones.
Los legisladores de Estados Unidos se han mostrado molestos ante el hecho de que los empleos de manufactura en Estados Unidos se han mudado a México a fin de aprovechar los salarios bajos y han retrasado la aprobación del recién negociado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en parte ante las dudas de su México está haciendo lo suficiente para implementar las reformas laborales.