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BUENOS AIRES
Agencia (AP)

Tras un tenso debate y violentas protestas de manifestantes, los diputados argentinos aprobaron hoy el proyecto de ley de presupuesto para 2019 que contempla una fuerte reducción del déficit exigida por el Fondo Monetario Internacional.

El oficialismo logró reunir el apoyo necesario de un sector del peronismo opositor para que el presupuesto fuera aprobado con 138 votos en la madrugada de hoy. En tanto, 103 legisladores votaron en contra y ocho se abstuvieron. La iniciativa fue girada al Senado.

El proyecto obtuvo luz verde un día antes de la reunión del directorio del FMI para analizar un nuevo acuerdo crediticio para Argentina y tras un tenso debate de 18 horas, parte del cual transcurrió en medio de enfrentamientos de manifestantes encapuchados con la policía en la plaza ubicada frente al Congreso.
Integrantes de organizaciones sociales y de izquierda se habían concentrado desde la noche del martes el lugar para manifestar su repudio.

La tensión también se trasladó al recinto legislativo, donde la sesión sufrió varias interrupciones en medio de insultos y empujones entre oficialistas y opositores, varios de los cuales responden a la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015).

Al defender el texto, el oficialista Luciano Laspina remarcó «la fiesta populista» y el «descontrol fiscal» que generó la gestión de Fernández.

En respuesta el diputado Axel Kicillof, exministro de Economía de Fernández, afirmó que el proyecto de presupuesto “es de ajuste, de exclusión social y antinacional” y cuestionó que lo que se vota en el parlamento argentino “se decida en Washington con el FMI”.

“¿Por qué este apuro brutal por sesionar en estas condiciones? ¿Por qué quieren llevarle el viernes una media sanción como ofrenda a la reunión del FMI?”, se preguntó la diputada Romina Del Plá, del Partido Obrero.

Para conseguir la aprobación del presupuesto el gobierno del conservador Mauricio Macri negoció largamente con gobernadores de provincias de signo peronista, que se aseguraron fondos a partir de modificaciones que impusieron.

La iniciativa proyecta para 2019 un dólar promedio de 40,10 pesos por unidad -el jueves cotizaba a 37,90-, una caída de la economía de 0,5% y una inflación de 23% al final del próximo año. El objetivo oficialista es pasar de un desequilibrio primario del 2,6% del Producto Bruto Interno este año al «déficit cero» en 2019.

El oficialismo espera que el déficit de la cuenta corriente caiga a alrededor de 9.900 millones de dólares en 2019 desde los 22.400 millones de dólares estimados para este año.

La oposición política y las organizaciones sociales rechazan el ajuste previsto por el gobierno, requisito exigido por el FMI para ampliar en 7.100 millones de dólares el préstamo otorgado al país en junio por 50.000 millones en medio de una crisis que generó una fuerte depreciación del peso.

La decisión del FMI de ampliar el acuerdo crediticio con Argentina para que el país obtenga un adelanto de fondos con los que afrontar sus obligaciones financieras requiere de la aprobación del directorio del organismo, que se reunirá en Washington mañana.

Las protestas han ido en aumento en los últimos meses en Argentina por los fuertes incrementos de la luz, agua, gas y transporte público y una inflación que se prevé de al menos 44% para este año.

El descontento también obedece al creciente desempleo en un contexto de recesión económica de 2,5%, según un relevamiento publicado por el Banco Central.

La embotelladora de los emprendedores

Ascoli aseguró que La Fortuna “es la embotelladora de los emprendedores, de los empresarios independientes que deseen contar con su negocio propio de distribución” y Alfonso Lou, propietario de Supermercados La Casita -el más grande mayorista del país- señaló que “no cabe duda que este nuevo negocio de emprendimiento está enfocado en alcanzar aquellos objetivos que guardan un sueño de crecimiento, desarrollo, estabilidad y por supuesto estando claros de la situación actual; las adversidades estarán a la orden del día pero, preparados para salir adelante, pues ese espíritu de lucha y nacionalismo está a la vanguardia”

— Hay confianza en nuestra gente, en el pueblo chapín que seguramente consumirá los productos que esta industria generará y que es un ejemplo para otros empresarios. La espera ha terminado y empieza una nueva aventura con una industria destinada a las bebidas carbonatadas y no carbonatadas por medio de su marca POP, que seguramente será del deleite del público consumidor, con un producto altamente competitivo, con precios accesibles y contando con una adecuada y estratégica línea en canales de distribución, comentó Lou también.


• La Fortuna tendrá capacidad para emplear a más de 800 colaboradores, directos e indirectos, y su misión es “satisfacer la sed de los centroamericanos con bebidas carbonatadas y refrescos naturales de sabores locales, tendencias internacionales de forma creativa e innovadora y al mejor precio”.

• La inversión supera los 26 millones de quetzales, podrá producir anualmente alrededor de 100 millones de litros de bebidas, y busca que producto guatemalteco llegue a toda la región.

• Hoy POP se vende en 20 mil tiendas y la meta es llegar a 100 mil, y se vende en 42 supermercados, y el objetivo es llegar a 300 en todo el país.

• La Fortuna es la embotelladora de los emprendedores, de los empresarios independientes que deseen contar con su negocio propio de distribución.

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