
Washington
Agencia (dpa)
La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió de las consecuencias que podría tener una guerra comercial mundial en los países en desarrollo, en particular en aquellos como Argentina o Turquía que ya enfrentan problemas económicos.
El creciente conflicto entre China y Estados Unidos –las dos mayores economías del mundo– podría representar una sacudida para estas economías, dijo Lagarde en una entrevista publicada hoy por el «Financial Times».
La directora del FMI manifestó que aún no se siente que haya habido un efecto contagio, pero esto «podría cambiar rápidamente». Según Lagarde, el conflicto comercial provoca inseguridad y pérdida de confianza.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó a China con establecer nuevos aranceles a bienes por un valor de 200 mil millones de dólares y luego por otros 267 mil millones de dólares. Esto significaría que prácticamente todas las importaciones de China tendrían impuestos extraordinarios.
La guerra comercial encarece los bienes y genera mayores dificultades a países como Argentina, con una fuerte dependencia de las importaciones. A esto se suma la fuerte devaluación sufrida por el peso en relación al dólar, así como la de la lira turca.
La economía argentina registra un marcado retroceso productivo, fuertes desequilibrios en las balanzas externas y un alza de la inflación. La política gradualista que aplicó el presidente Mauricio Macri generó además una fuerte dependencia del financiamiento externo, que multiplicó el endeudamiento público.
En ese contexto, Argentina llegó a un acuerdo con el FMI para un crédito de 50 mil millones de dólares para garantizar el cumplimiento de los compromisos financieros de 2019 y evitar así los temores a una cesación de pagos.
Lagarde cree que también hay otros países que podrían terminar perjudicados este conflicto, como Sudáfrica, que entró recientemente en recesión, o Brasil.