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Brasilia
Agencia (dpa)

El Banco Mundial (BM) criticó ayer duramente la gestión del gasto público por parte del Gobierno de Brasil, que consideró ineficiente y socialmente injusta.

Las críticas afectan a sectores como salud, educación o políticas de incentivo al sector productivo, entre otras cuestiones.

Brasil aumentó además sin control su gasto público en los últimos 20 años, lo que pondría en riesgo la sustentabilidad fiscal del país sudamericano, alerta el BM.

Las conclusiones constan en el informe «Un ajuste justo: un análisis de la eficiencia y de la equidad del gasto público en Brasil», que la institución financiera internacional entregó hoy al ministro de Economía de Brasil, Henrique Meirelles, y al titular de la cartera de Planeamiento, Desarrollo y Gestión, Dyogo Oliveira.

Para llegar a esos resultados, el Banco Mundial analizó tres aspectos del gasto público en el gigante sudamericano: el presupuesto, el grado de eficiencia en su ejecución y una evaluación sobre el alcance social del gasto.

En el documento de 157 páginas, el BM cifra el déficit fiscal brasileño en el 8 por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI) y constata un aumento de la deuda pública al 73 por ciento del PIB en 2017, frente al 51.5 por ciento de 2011.

El BM acompaña su informe de propuestas con las que podría ahorrar un siete por ciento de su PBI al año, entre ellas una reforma del sistema de jubilaciones o cambios en el sistema educativo.

«Es necesario reformar la Previdencia –como se conoce en Brasil al sistema de jubilación– porque es el motor del desequilibrio fiscal», sostuvo Antonio Nucifora, economista jefe del BM en Brasil y principal autor del informe.

Asimismo, el BM critica los altos sueldos de los empleados públicos del país, que según sus cuentas corresponde al 3 por ciento del PIB. «Los sueldo de los empleados públicos nacionales son excesivamente altos y contribuyen a que el sistema jubilatorio sea también injusto», agregó Nucifora.

El Gobierno de Brasil impulsa en estos momentos una reforma del sistema jubilatorio que propone elevar la edad mínima de jubilación -65 para los hombres y 62 para las mujeres– y aumentar el periodo de contribución de 15 a 25 años.

El BM mundial también propone a Brasil que el Estado cobre por la enseñanza superior pública, que hasta ahora era financiada únicamente a través de la recaudación fiscal.

Aunque Brasil debe seguir otorgando subvenciones totales y parciales a los más pobres del país, el BM propone que los universitarios de renta media y alta paguen el curso una vez graduados y lo hagan mediante un sistema de créditos bancarios.

 

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