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Por Ramiro Carrillo
Quito
AGENCIA/dpa

El socialista Lenín Moreno, quien asume mañana la presidencia de Ecuador, deberá afrontar un país con una economía en recuperación y una abultada deuda externa, con la esperanza de que el principal producto de exportación del país, el petróleo, suba de precio en el mercado internacional.

La realidad de la economía ecuatoriana está marcada por una voluminosa deuda externa consolidada de más de 26 mil millones de dólares, casi el mismo monto que el presupuesto nacional, de unos 30 mil millones, según datos oficiales. La mayor fuente de ingreso del país es la vía tributaria, mediante la que se recaudan 15 mil millones de dólares.

Sin embargo, el Ministerio de Finanzas estima que Ecuador logrará un crecimiento de un 1.4 por ciento en 2017, al considerar que se alejan cada vez más los riesgos que produjeron la crisis económica en 2015 y 2016.

La drástica caída del precio internacional del crudo, la apreciación del dólar en una economía anclada a la divisa de Estados Unidos, y las pérdidas por más de 3 mil millones de dólares causadas por el terremoto en abril de 2016 fueron para el país «la tormenta perfecta», como calificó entonces la situación el mandatario saliente, Rafael Correa.

Los coletazos de la crisis afectarán ahora al nuevo Gobierno socialista de Moreno, quien anunció que seguirá los pasos de su antecesor.

Pero no todo será cuesta arriba para el flamante mandatario, ya que empiezan a sentirse en el país mayores ingresos por exportaciones tras firmar con la Unión Europea (UE) un acuerdo comercial que rige desde inicios de 2017.

Asimismo, en junio se eliminarán aranceles a productos importados, una medida adoptada en su momento para mejorar la balanza de pagos. También se rebajará el impuesto al valor agregado (IVA) del 14 al 12 por ciento, aumentado en ocasión del terremoto para afrontar los costos de reconstrucción.

El analista económico Víctor Hugo Villacrés considera que el panorama actual permitirá al nuevo Gobierno superar la crisis. «Tenemos inflación inferior a dos dígitos, la más baja en Suramérica, el salario se encuentra entre los básicos unificados más altos de la región, hay una reducción de la pobreza y hay mayor masificación de servicios públicos», destacó.

Moreno también deberá concretar sus promesas de campaña, que incluyen planes masivos para construir viviendas populares, duplicar las pensiones por vejez, y la creación de 250 mil empleos anuales. También prevé la creación de universidades técnicas, atención con bonos de 150 dólares mensuales a la población pobre y a los ancianos, entre otros.

Según el economista Juan Falconí Morales, Ecuador vive «una economía bajo riesgos, sin opciones de reactivación rápida, forzada a la búsqueda urgente de una renegociación de la deuda».

En los preámbulos de su asunción, Moreno se ha reunido con los principales actores económicos del país, a quienes les solicitó apoyo para su política económica y les aseguró que la dolarización se mantendrá.

«Miremos hacia adelante, es hora de acuerdos por los grandes objetivos nacionales. No los defraudaré», es la proclama que Moreno expuso a los ecuatorianos una vez que se consolidó su triunfo en segunda vuelta.


Deuda externa

26 mil millones
de dólares, casi el mismo monto que el presupuesto nacional, de unos 30 mil millones.

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