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Sao Paulo
AGENCIA/dpa

Brasil entregó ayer cuatro grandes aeropuertos en concesión a tres inversores europeos por un monto de casi 470 millones de dólares, como parte del plan de privatizaciones impulsado por el Gobierno de Michel Temer.

La compañía alemana Fraport se adjudicó dos terminales como principal compradora en la subasta pública realizada en la Bolsa de Sao Paulo. Todos los aeropuertos, ubicados en el noreste y sur del país, operan conexiones internacionales. Los periodos de concesión son de 25 y 30 años.

Fraport adquirió los aeropuertos de Fortaleza, en el noreste, y de Porto Alegre, en el sur, por montos de 425 millones de reales (136 millones de dólares) y 290 millones de reales (93 millones de dólares), respectivamente.

La compañía que opera la principal terminal germana, en Fráncfort, está presente en varias regiones del mundo. En Sudamérica gestiona desde hace años el aeropuerto de Lima en Perú.

El aeropuerto de Salvador, también en la zona nororiental, fue adquirido por la compañía francesa Vinci Airports por 660 millones de reales.

El sureño aeropuerto de Florianópolis fue adquirido por la empresa suiza Zurich International Airport por unos 83 millones de reales. Florianópolis es un conocido destino turístico.

Las empresas administradores se comprometen también a realizar inversiones en las terminales. En el aeropuerto de Fortaleza, que aspira a convertirse en un centro de conexión regional, hay varias obras de modernización paradas. Los trabajos fueron iniciados antes del Mundial de fútbol celebrado en Brasil en 2014.

El monto sumado de la subasta asciende a los 1.460 millones de reales (469 millones de dólares). La concesión del aeropuerto de Porto Alegre se extiende por 25 años, los otros tres por 30.

El monto casi dobló las expectativas del Gobierno, que esperaba obtener como mínimo unos 745 millones de reales.

«La subasta fue un tremendo éxito», dijo el ministro de Transportes, Puertos y Aviación Civil, Maurício Quintella. «Eso demuestra dos cosas: que el Gobierno trabaja correctamente y el interés en los activos brasileños», aseguró.

La subasta era considerada como el primer test importante para el plan de privatizaciones de Temer, que incluye la entrega en concesión a la iniciativa privada de carreteras, puertos y otras grandes infraestructuras y empresas estatales.

Las privatizaciones son parte de un plan de ajustes con el que el Gobierno conservador quiere combatir la crisis económica en la principal economía latinoamericana.

El portal «Globo» estimó en 3.720 millones de reales los ingresos que se obtendrán con la venta y el tiempo completo de concesión de las terminales. Brasil empezó a privatizar varios de sus aeropuertos en 2011, entre ellos la terminal de Guarulhos en Sao Paulo, considerada como la más grande de América Latina.

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