Caracas
DPA
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió ayer al Banco Central de Venezuela (BCV) acelerar la distribución de los nuevos billetes que circularán en el país, ante el retraso en la aparición del papel moneda que elevó el malestar popular.
«Le dije al Banco Central que agilice la tarea de distribuir las nuevas monedas y billetes», dijo en un acto de graduación de médicos en Caracas.
El BCV había prometido que desde hoy estaría circulando el billete de 500 bolívares, al que seguirían los de 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 bolívares. Sin embargo, los bancos no habían recibido las remesas y los cajeros automáticos de la red estuvieron inoperativos.
La situación se agravó con el simultáneo retiro de la circulación del billete de 100 bolívares, el de mayor denominación y el más solicitado, el cual perdió todo valor por un decreto presidencial.
Los venezolanos sufrieron una jornada en la que el billete de 100 no era aceptado, los de menor valor y aún vigentes (dos, cinco, 10, 20 bolívares) estaban escasos y los nuevos no aparecían.
Maduro justificó el salida de circulación de los billetes de 100 como la respuesta del Gobierno a presuntas mafias colombianas que contrabandearon el papel y lo mantenían retenido en depósitos para restarle liquidez al sistema y presionar al alza el tipo de cambio en el mercado paralelo.
En el acto de graduación de médicos, el gobernante dijo que más de 300.000 millones de bolívares quedaron «invalidados» en poder de esas mafias, ya que no podrán devolver los billetes al circulante en Venezuela, para lo cual se cerraron las fronteras con Colombia y Brasil hasta el domingo.
«Esto para evitar que las mafias sigan haciendo transacciones ilícitas con estos billetes. Hemos tenido una batalla relámpago estos días. Tuvimos que tomar medidas duras, radicales, para quemarle las manos a las mafias. Sigo agradeciendo el apoyo del pueblo», señaló.
El Gobierno había dado primero 10 días para canjear los billetes de 100 en las dos sedes del BCV en el país, en Caracas y Maracaibo, pero luego lo recortó a cinco días para agilizar el proceso de desmonetización del papel.
Maduro admitió que habrá «dificultades» mientras se supera la situación, pero recalcó que era «obligatoria, ineludible, inevitable sacar de circulación el billete de 100» para responderle a las supuestas mafias de Cúcuta y Maicao.
El mismo gobernante dijo la noche del jueves que en las «próximas semanas» entrarán al circulante los nuevos billetes, sin precisar la fecha.
La prensa venezolana informó de protestas que se extendieron por varias ciudades del país, debido al malestar que provocó la escasez de billetes viejos y la ausencia de los nuevos.
La oposición criticó la medida, indicando que ha sido «cruel» someter al pueblo a esta situación a pocos días de la Navidad.
El diputado opositor y economista José Guerra dijo que el sistema de pagos nacional «colapsó» por la medida y responsabilizó al presidente del BCV, Nelson Merentes, por la falta de billetes tanto viejos como nuevos.
Su colega Alfonso Marquina, del partido Primero Justicia, llamó a extender el plazo para el canje del billete de 100, para que los ciudadanos tengan liquidez hasta que comiencen a circular los nuevos billetes.
«Pedimos dar una respuesta inmediata a los ciudadanos. No se puede pretender arrebatarle, confiscarle, a los venezolanos y a los sectores populares, su dinero, su trabajo, el producto de su esfuerzo», señaló el jefe de la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
Para aliviar en algo la situación, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Ricardo Molina, anunció que el transporte público, incluyendo el Metro de Caracas, trabajará gratis hasta el lunes 19 de diciembre.
Analistas afirman que el Gobierno aplicó la medida para presionar la baja en la cotización del cambio en el mercado negro, que había escalado hace dos semanas a 4.500 bolívares y que hoy bajó a 2.500 bolívares.
En Venezuela está vigente desde 2003 un control cambiario que actualmente tiene dos tasas: Una preferencial de 10 y otra complementaria de 670 bolívares por dólar.
