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Ciudad de México
Agencia/dpa

El peso mexicano sufrió una baja esta semana y se depreció un 13 por ciento frente al dólar, mientras que la bolsa registró una pérdida semanal de 3,7 por ciento, todo esto debido a la incertidumbre por las políticas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

La divisa nacional cerró hoy con 21,05 por dólar en comparación con los 18,61 pesos del lunes, de acuerdo con el Banco de México. En las demás entidades bancarias, el dólar se vendía a 21,27 pesos. La depreciación del viernes comparada con el jueves fue de 2,8 por ciento.

«Lo que estamos viendo en estos días es sobre todo volatilidad en todos los mercados, en los mercados globales», dijo el ministro de Hacienda, José Antonio Meade.

Los analistas apuntan que de seguir la tendencia a la baja, el peso mexicano podría llegar a registrar su peor depreciación desde octubre de 2008, cuando las finanzas internacionales cayeron por la crisis crediticia en los Estados Unidos.

Sin embargo, Meade se mostró tranquilo y explicó que no se trata sólo de México. «Los mercados están funcionando, las reacciones que estamos viendo son de naturaleza fundamentalmente global por la que una intervención local no hubiera tenido el impacto que estamos buscando», indicó.

Por su parte, la bolsa mexicana de valores sumó su tercer día de pérdida consecutiva y cerró con un retroceso de 0,54 por ciento. No obstante, el jueves registró su peor caída en cinco años al cerrar con un 4,57 por ciento de retroceso.

El martes, mientras salían los primeros resultados electorales con ventaja para el candidato republicano, el peso llegó a caer hasta en ocho por ciento frente al dólar en tan sólo un par de horas. Al día siguiente, tras conocerse la victoria de Trump, el ministro de Hacienda salió a tranquilizar a los mercados, asegurando que la economía mexicana es fuerte.

«México está en una posición de fortaleza para enfrentar el nuevo entorno», dijo, para luego agregar que las autoridades se mantendrían «vigilantes».

Trump sostuvo como promesa que construirá un muro en la frontera con México para evitar el paso de inmigrantes a Estados Unidos si era elegido presidente. También ha amenazado con renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y de elevar los aranceles comerciales en un 35 por ciento a los automóviles de compañías estadounidenses ensamblados en México, como Ford.

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