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Luxemburgo
DPA

El crecimiento de la eurozona se debilitó claramente de abril a junio de 2016, con un 0,3 por ciento más de rendimiento que el primer trimestre, informó ayer la oficina de estadísticas europea Eurostat en Luxemburgo.

El dato confirma una primera estimación que habrían hecho los expertos. En el primer trimestre la economía había crecido aún un 0,6 por ciento respecto de los últimos tres meses de 2015. En comparación con el segundo trimestre del año pasado, la expansión fue de un 1,6 por ciento, ligeramente por debajo del 1,7 de los primeros tres meses de este año.

España estuvo entre los tres países con mejor rendimiento con un 0,7 por ciento, junto con Eslovaquia (0,9%) y Chipre (0,7%).

Las que peor paradas salieron de los 19 países que conforman el bloque fueron las economías de Francia e Italia, segunda y tercera del bloque del euro, que se estancaron. Las dos naciones están entre los países problemáticos de la eurozona: a las dos les reprocha su estructura económica poco flexible. Italia además sufre por su frágil sistema bancario.

A pesar del estancamiento de Francia, el asediado presidente francés, François Hollande, recibió buenas noticias en el ámbito del empleo mientras se prepara para las próximas elecciones presidenciales de mayo.

Francia registró creación neta de empleo por quinto trimestre consecutivo, un crecimiento estimulado en mayor parte por el aumento de las contrataciones en el sector servicios, dijo la oficina de estadística basada en París INSEE.

Las continuas pérdidas en la industria y la construcción en el segundo semestre se compensaron por la creación de 37 mil puestos de trabajo en el sector servicios, un 1,4 por ciento más que el año pasado, dijo INSEE.

La economía griega creció un 0,3 por ciento después de haberse contraído ligeramente de enero a marzo. Y la quinta economía de la eurozona, Países Bajos, experimentó un aumento del 0,6 por ciento.

La principal economía del bloque, Alemania, creció un 0,4 por ciento, lo que ayudó a mantener a flote la eurozona, sorprendiendo a los analistas que esperaban que la economía creciera solo un 0,2 por ciento. No obstante, el 0,4% es notablemente más bajo que el 0,7% del primer trimestre.

El gran aumento de las exportaciones también ayudó a la eurozona a seguir en la senda del crecimiento. Los analistas ven el consumo privado y la inversión como un lastre de la economía de la región.

«Se esperaba que el consumo privado se moderase tras el repunte del primer trimestre, pero el consumo estatal se tendría que haber mantenido firme», dijo el economista del Barclays Bank, Apolline Menut.

«Creemos que el crecimiento de la inversión se frenó en el segundo trimestre una bajada generalizada en todos los países, menos en los los Países Bajos», dijo Menut.

El desarrollo en el segundo semestre de 2016 resulta difícil de pronosticar, sobre todo por las consecuencias económicas del Brexit. Las primeras encuestas entre los consumidores y las empresas indican que será Reino Unido quién más sufrirá las consecuencias, en comparación con le resto de Europa. El comercio exterior apuntaría a un debilitamiento tanto en las islas como en Europa.

Junto al Brexit, los analistas mencionan otros muchos riesgos coyunturales, entre ellos la actual amenaza terrorista y el desarrollo político de Turquía.

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