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Brasilia
Agencia/dpa

Nuevos indicadores económicos revelaron hoy que la recesión en Brasil continúa acentuándose, lo que llevó a su vez a que los pronósticos de economistas de más de cien entidades financieras, consultados semanalmente por el Banco Central, sean cada vez más pesimistas.

Según el Índice de Actividad Económica del Banco Central (IBC-Br) divulgado ayer, la economía brasileña encogió 0,02 por ciento en julio, respecto al mes anterior, y 2,71 por ciento en lo que va del año, en comparación con el mismo periodo de 2014.

El IBC-Br mide la actividad económica en forma mensual, en base a la trayectoria de variables que reflejan el desempeño de tres sectores de la economía: industria, pecuaria y servicios. El indicador sirve de referencia para el mercado y el Comité de Política Monetaria durante el periodo en que no se conocen los datos del Producto Interno Bruto (PIB), que son divulgados en forma trimestral y se calculan a partir de la suma de todos los bienes y servicios producidos en el país.

«Esperamos que la economía continúe enfrentando vientos contrarios del ajuste fiscal (…) en curso, tasas de interés más elevadas, condiciones cada vez más exigentes de crédito, rápido debilitamiento del mercado de trabajo, mayores niveles de cierre en sectores industriales importantes, tarifas públicas e impuestos más altos», vaticinó el economista jefe para América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos.

En declaraciones que divulga hoy el portal del diario «Extra», del grupo Globo, Ramos detalló otras proyecciones preocupantes, como «nivel elevado del endeudamiento de las familias, demanda externa pobre, bajos precios de materias primas, incertidumbre política y confianza de consumidores y empresas extremadamente deprimida».

Datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), divulgados a comienzos de mes, indicaron un encogimiento de 1,5 por ciento en julio, respecto al mes anterior, de 6,6 por ciento en los siete primeros meses del año, y de 5,3 por ciento en el acumulado de los 12 meses que van de julio de 2014 a julio de este año.

También el Comercio sufrió en julio de este año la sexta caída consecutiva en las ventas minoristas, cayendo uno por ciento respecto a junio, 3,5 en comparación con julio de 2014 y 2,4 en los primeros siete meses de este año, según IBGE.

El resultado de los indicadores económicos llevó a que las proyecciones semanales de economistas consultados por el Banco Central, reunidas en el informe Focus, fueran más pesimistas en la edición de hoy.

La previsión de retracción económica para este año aumentó de 2,55 a 2,7 por ciento. Para 2016, esa previsión pasó de 0,60 a 0,80 por ciento.

También fue revisada al alza la perspectiva de inflación, que pasó en una semana de 9,28 a 9,34 por ciento para este año. El indicador se aleja cada vez más de la meta oficial, que es de 4,5 por ciento al año, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo.

Para 2016, la previsión de Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) pasó de 5,64 a 5,70 por ciento.

El mercado financiero también prevé que el dólar se siga valorizando respecto al real. Para este año, la expectativa es que la divisa norteamericana cierre cotizada a 3,86 reales, y para fines de 2016, por primera vez se manejó una cotización equivalente a cuatro reales.

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