Buenos Aires
Agencia/dpa
La pobreza «no cede» en Argentina, representa una «tremenda realidad» y provoca que «muchos niños» mueran por desnutrición, alertaron hoy representantes de la Iglesia en el país.
«Nos encontramos cara a cara con la tremenda realidad de saber que en nuestro país hay muchos chicos que mueren por desnutrición», expresó a la prensa el obispo José Slaby.
La Iglesia realizará este fin de semana en los templos de toda Argentina la tradicional colecta «Más por menos», en favor de los más pobres.
Durante la presentación de la iniciativa, monseñor Damián Bitar dijo que «lamentablemente la pobreza estructural no ha cedido» en el país.
«Aun en una década bastante próspera en recursos, uno puede dar fe de que la pobreza estructural continúa y no cede», destacó Bitar, según reprodujo la agencia de noticias «DyN».
Por su parte, monseñor Pedro Olmedo aseguró que existen en el país «regiones muy olvidadas, muy ocultas y con una pobreza estructural dura».
El debate sobre la pobreza volvió a instalarse esta semana en Argentina tras conocerse la muerte de un indígena de 14 años que presentaba un cuadro de desnutrición y enfermedades graves.
El adolescente falleció en un hospital de Resistencia, en Chaco, una de las provincias más pobres del país.
Ante la difusión de esta muerte el gobierno argentino respondió con una crítica a lo que consideró un «uso político deliberado» del hecho por parte de dirigentes de la oposición, que le reclamaron medidas sanitarias en la zona.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el secretario de Legal y Técnica y candidato a vicepresidente del kirchnerismo, Carlos Zannini, dijeron que «no es cierto que no se haya avanzado en la lucha contra la pobreza» y aseguraron que la muerte del adolescente indígena se trató de un «caso aislado».
Desde abril de 2014 el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no difunde estadísticas sobre la pobreza en el país. Inclusive, en marzo último el ministro de Economía, Axel Kicillof, justificó la ausencia de una medición oficial al decir que relevar el número de pobres era «una medida bastante estigmatizante».
Un informe realizado en julio pasado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA), indicó que en el país hay 11 millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza. De ellas, dos millones son indigentes, es decir que no logran cubrir el costo de una canasta básica de alimentos.
Sin embargo, la FAO, la oficina de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, comparó a mediados de año los indicadores argentinos con los de las naciones más desarrolladas del mundo y consideró que la tasa de pobreza en el país era «inferior al cinco por ciento», comparable a países como Finlandia y Noruega.
