POR MARGARITA GIRÓN
jgiron@lahora.com.gt
Tras la presentación del informe “La migración y las remesas familiares en el contexto de la COVID-19”, La Hora consultó a Fabián Juárez, coautor del estudio y analista e investigador de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), sobre aspectos relacionados con el comportamiento de las remesas durante el 2020.
A decir de Juárez, las remesas se han convertido en un “salvavidas” en momentos de crisis económica para las familias que perdieron sus ingresos durante la pandemia y que no estuvieron sujetos a ningún programa de apoyo por parte del Estado.
“Las remesas vinieron a ser un salvavidas, prioritariamente para las familias que reciben remesas, pero de manera indirecta a la economía a nivel general”, dijo.
Remarcó que, según el estudio, las remesas fueron utilizadas principalmente para cubrir necesidades básicas que inyectaron dinero a la economía nacional, lo cual se tradujo en consumo y en una reactivación más rápida de la economía.
“Muchos Gobiernos implementaron políticas para aumentar el consumo y el Gobierno local también implementó algunas políticas, pero el principal monto percibido fue el de las remesas, por ello es que las remesas no solo mejoran la economía de las familias de los migrantes, sino a nivel general”, apuntó.
¿CÓMO LO LOGRARON?
Juárez destacó la resiliencia de los migrantes ante las situaciones adversas, como el desempleo que afectó a Estados Unidos durante los meses pico de la pandemia en ese país.
“Se evidenció la resiliencia específica de los migrantes guatemaltecos ante estos shocks económicos y eso se explica porque muchos connacionales trabajaban en actividades que no fueron suspendidas por la pandemia y tuvieron recuperaciones rápidas”, enfatizó.
Según describió Juárez, la construcción es una de las áreas en donde se reporta un mayor porcentaje de trabajadores de origen guatemalteco y que tuvo un nivel de recuperación positivo. Durante el confinamiento muchas personas optaron por remodelar sus viviendas y esto también se convirtió en una oportunidad laboral para los trabajadores de la construcción.
De acuerdo con el investigador, durante el 2020 se evidenció la dependencia que tiene el país con las remesas que envían los migrantes, resultado de ello es que las mismas representan el 14.68 del Producto Interno Bruto (PIB), el cual es el más alto que se ha tenido, según detalló el experto y que representó un 7.92 por ciento más en el total de dinero enviado durante el año 2019.
Además, destacó que, aunque durante los primeros meses se habló que las remesas se verían afectadas por la pandemia, se evidenció que la resiliencia de los migrantes ante el shock económico que representó el coronavirus en Estados Unidos.
Sobre el comportamiento de las remesas, explicó que durante los meses de marzo abril y mayo si se evidenció un descenso respecto a lo que se reportó en los meses previos; no obstante, después del mes de junio se evidenció un nivel de crecimiento similar al reportado antes de la pandemia.
“Este estudio que hicimos buscó delimitar cuáles fueron algunos de los factores que incidieron en el envío de las remesas y su recuperación”, puntualizó.
En esa línea destacó que, según el estudio, la reducción registrada en los meses críticos pudo deberse a factores derivados de las restricciones en Estados Unidos, principalmente en los estados en donde residen la mayoría de migrantes guatemaltecos y en donde se establecieron medidas de manera temprana.
“Evidentemente esto tuvo un impacto en el empleo, en donde muchos de los guatemaltecos que trabajan en Estados Unidos, país de donde provienen el 97% de las remesas, porque se registró un aumento de la tasa de desempleo, incluso en el mes de abril se registró una tasa del 18.9% de desempleo, lo cual reflejó los ingresos de los migrantes latinos y eso los condicionó a enviar menos remesas”, dijo.
Juárez destacó que con relación a la recuperación de las remesas se dio de manera más rápida y resiliente que en El Salvador y Honduras.
AHORROS DE MIGRANTES TAMBIÉN APORTARON
De acuerdo con Juárez, además de la recuperación económica, muchos migrantes no dejaron de enviar remesas gracias a que en el momento de la crisis contaban con ahorros que sirvieron para paliar los momentos complicados en donde pudieron darse despidos o bajas en los ingresos.
“Los envíos por solidaridad y por apoyar a sus familias en Guatemala en temas incluso relacionados con la salud, fue uno de los factores que se detectó en el uso de las remesas y que también pudo haber contribuido a la economía nacional porque se incentivó el consumo”, añadió.
PATRÓN DEL USO DE LAS REMESAS CAMBIÓ EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
Juárez explicó que, aunque hace algunos años el patrón de uso de las remesas se inclinaba hacia el ahorro, la inversión en el mejoramiento de las viviendas, en la actualidad, el destino de las remesas es mayormente para consumo.
“En el sondeo de opinión que hicimos para el estudio, se encontró que la utilización de las remesas hasta septiembre del 2020 era mayoritariamente para cubrir necesidades básicas de las familias y esto evidencia un cambio en el patrón de la utilización de las remesas, en donde los fondos ya no fueron utilizados como herramientas para el desarrollo, sino como herramientas de subsistencia de las familias”, apuntó el investigador.
A decir de Juárez, las remesas se han convertido en un “salvavidas” en momentos de crisis económica para las familias que perdieron sus ingresos durante la pandemia y que no estuvieron sujetos a ningún programa de apoyo por parte del Estado.
2021: MÁS REMESAS, PERO MÁS MIGRACIÓN
Juárez explicó que las perspectivas para las remesas en el 2021 son positivas y las perspectivas están influenciadas por dos aspectos. Uno de los factores que podría influir en las perspectivas para las remesas del 2021, es la implementación de paquetes económicos por parte del nuevo gobierno estadounidense, que de ser aprobados inyectarían más dinero a la economía estadounidense, lo cual se traduciría en la recuperación de más empleos y que mejoraría la economía de los migrantes que podrían aumentar el capital que envían.
Mientras que, el otro factor es el aumento de la migración hacia Estados Unidos que se ha registrado en los últimos meses.
“Es un aspecto humanitario el tema de la migración y uno de los efectos es el aumento de remesas en los países de origen. En los últimos meses se ha evidenciado un mayor número de migrantes llegando a la frontera sur de Estados Unidos y por ende esto puede significar más remesas, aunque al hablar de las remesas no podemos hablar solo de números, también hay que ver la parte humanitaria, a nosotros nos encantaría que vinieran más remesas, pero eso también significa que hay más migración”, acotó.
En el sondeo de opinión realizado por ASIES, se estableció que, debido a la pandemia, el 47 % de personas con intención de migrar han preferido no hacerlo; 30 % migrará a pesar de la pandemia, y 23 % ha pospuesto el viaje. En este sentido, 70 % de las personas encuestadas vio afectado su proyecto migratorio como efecto de la pandemia, ya sea por la cancelación o postergación de este. También, es posible identificar que 53 % de las personas encuestadas continuará migrando a pesar de la pandemia.
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“Si sumamos el porcentaje de personas que respondieron que iban a migrar pese a la pandemia y quienes pospusieron el viaje, el porcentaje es mayor al 50% y es importante destacar que la encuesta incluye datos al mes de septiembre del 2020, en ese entonces aún había restricciones en fronteras a nivel internacional y se evidenciaba mayor temor al contagio”, dijo Juárez.
A esto sumó que el estudio fue realizado antes de las caravanas registradas durante los últimos meses del 2020 y antes de las tormentas que afectaron la región, lo cual podría evidenciar que posterior a ello, más personas pudieron haber migrado.
“Lo que se vio a través de los medios fue que las personas tuvieron efectos económicos tan fuertes que, a pesar de la pandemia y las restricciones que se están dando, van a incrementar o a mantener sus proyectos migratorios”, mencionó el investigador.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Seguridad Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés, entre octubre del 2020 y enero del 2021, 45,188 guatemaltecos han sido detenidos por la patrulla fronteriza estadounidense, 13,119 solo en el mes de enero. La cifra actual está cerca de alcanzar el total de migrantes guatemaltecos registrados por la CBP en el año fiscal 2020, que fue de 48,054 connacionales detenidos entre octubre del 2019 y septiembre del 2020.
El estudio resalta que, debe señalarse la importancia de promover políticas públicas que eviten la migración irregular y que se concreten posibilidades de desarrollo económico y social en los niveles locales, en donde ha sido evidente la ausencia del Estado y, por consiguiente, la falta de oportunidades de bienestar para la población.