Arte: La Hora
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Lilian vivía en Estados Unidos, cuando salió de Guatemala había dejado pocas pertenencias y ahora más de quince años después volvió al país, para habitar una vivienda propia que decidió empezar a edificar con parte de las remesas que le enviaba a su familia.

Cada mes, su mamá ahorraba parte de los envíos que hacía y ahora que finalmente ha decidido regresar, lo hizo a un inmueble cómodo y propio en Nueva Santa Rosa.

¿Pero cuánto de las remesas está dirigida al sector de construcción y reparación de viviendas?, pues un reporte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), señaló que, en 2016, más de US$835 millones estaban dirigidos a las reparación y US$1,354 millones a la construcción de vivienda.

Por ello, migrantes y un experto consultado, explicaron a La Hora la importancia de destinar parte de las remesas a actividades que pueden contribuir al hogar, una de ellas, mejorar o incluso comprar una vivienda.

Este aspecto resulta importante, sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado el monto de las remesas fue superior a los US$11,300 millones en Guatemala.



 

Hace algunos años, el promedio de remesas mensual era de $379

En 2016, la OIM mencionaba en su reporte que el promedio de remesas mensual estimado, por hogar, era de US$379, ligeramente superior al promedio de transferencia mensual reportada para 2014 de US$363.

Sobre el volumen de las remesas, las familias receptoras utilizan estos recursos en las comunidades de origen de distintas formas, la mayoría en inversión y ahorro.

De la cantidad antes mencionada, el 37.9% se destina para construcción de vivienda; 32.2% para la compra de inmuebles; 24.2% para reparación de casas; el 5.5% para ahorro y 0.1% es invertido en seguros.

El resto se divide en necesidades del hogar, gastos de alquiler, el pago del viaje del remitente y un 8% destinado a la salud y educación.

Lo primero que se tiene que buscar es la vivienda

Al respecto de cómo se puede invertir o usar las remesas enviadas por migrantes, el guatemalteco Rudy Samayoa, indica que la mayoría lo usan en construcción de casas o compra de terrenos.

“Lo primero que uno tiene que buscar es la vivienda porque es donde uno va a vivir el resto de su vida y si tiene hijos con los hijos… si se usa el dinero solo para pagar alquiler y comida, no está uno invirtiendo, está regalando el dinero”, comentó.

Samayoa, afirmó que la mayoría de las connacionales que llegan a EE. UU., lo que hacen es crear su patrimonio, es decir construir su casa.

A la vez, dijo que, si bien se están construyendo apartamentos, estos a veces resultan en cobros exagerados y en su caso prefiere invertir en una vivienda.



 

La clave: Trabajo en conjunto

El migrante y economista Marvin Otzoy, añadió que cuando se habla de emplear las remesas de una manera eficiente, este no es un trabajo de las personas como tal, sino en conjunto y que involucre al receptor, remitente de remesas y al Gobierno.

“Dentro de estos tres se puede hacer que las remesas propicien un desarrollo a las comunidades, de tal manera que los receptores de remesas deben ser educados en cuanto al uso y aprovechamiento de estas remesas para poder crear desarrollo en comunidades”, puntualizó.

Finalmente, el economista Erick Coyoy, del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Rafael Landívar, refirió que como al final las remesas son recursos propios y no del Estado, las personas deciden como emplearlos.

“Por eso deciden invertir en una casa, porque saben que al final del tiempo, pues la casa la tendrán y no la van a perder”, refirió.

Coyoy, destacó que el último censo de país confirma que la calidad de la vivienda en sí misma ha mejorado, lo que se encuentra vinculado a las remesas.


Si te encuentras en búsqueda de una vivienda, puedes encontrar algunas opciones en el siguiente enlace:  www.casanuevafha.com.gt


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