Guatemala registró una reducción en su calificación en el Índice Democrático, al pasar de 6.07 en el 2006 a 4.62 en el 2021, además, disminuyó en 0.35 puntos en comparación con el 2020, cuando fue de 4.97, para ubicarse en el puesto 99 en el ranking global, siendo categorizado como “régimen híbrido”, de acuerdo con el sexto informe del Índice Democrático del Economist Intelligence Unit (EIU).
En comparación con Guatemala, en la región centroamericana solo Nicaragua, Venezuela y Haití tienen calificaciones inferiores, detalla el documento.
Es importante resaltar que Venezuela es gobernada por Nicolás Maduro; en Nicaragua está Daniel Ortega, ambos producto de elecciones cuestionadas y no reconocidas internacionalmente, y en Haití está un presidente provisional despues del asesinato de Jovenel Moïse.
Latinoamericana registró la mayor recesión democrática que cualquier otra región del mundo desde el lanzamiento del Índice Democrático del Economist Intelligence Unit (EIU), por sexto año consecutivo y luego de “experimentar una gran cantidad de retrocesos democráticos” en 2021, cayó de 6.09 puntos al pasar del 2020 a 5.83 el año pasado, una disminución de 0.54 puntos, considerablemente peor que Europa del Este.
DISMINUCIÓN DE LA CULTURA POLÍTICA
“Esta no solo fue la caída más pronunciada registrada en el índice por cualquier región del mundo en 2021, sino que fue la mayor rebaja registrada por cualquier región desde que lanzamos el Índice de Democracia”, detalla el documento de EIU.
De acuerdo con la unidad de negocios independiente del grupo editorial The Economist, el puntaje de la región en todas las categorías del índice empeoró en 2021, dichas categorías abordan desde los procesos electorales y pluralismo, funcionamiento de gobierno, participación política, cultura política hasta la libertad civil.
Según el análisis de la entidad, la reducción se debió a una fuerte disminución en el puntaje de la categoría de cultura política, lo cual refleja el descontento público con el manejo del COVID-19 por parte de los gobiernos.
TOLERANCIA A GOBIERNOS AUTORITARIOS
El descontento de la población habría “amplificado” algunas tendencias previas a la pandemia, como el creciente escepticismo sobre la capacidad de gobiernos democráticos para abordar los problemas de la región y aumentar la “tolerancia” de los gobiernos autoritarios.
Tal situación ha colocado a América Latina como una región cada vez más “débil” en su compromiso democrático, al tener una cultura política que “permitió a populistas liberales”, como Jair Bolsonaro en Brasil; Andrés Manuel López Obrador en México y Nayib Bukele en El Salvador prosperar.
SÓLO EL 1.3% VIVE EN DEMOCRACIA PLENA
El EIU expuso que fuera de Europa occidental y América del Norte, América Latina es la región con el promedio más alto de democracia, pero su ventaja sobre Asia, Australia y Europa del Este se ha reducido.
“Alrededor del 80% de la población de la región vive bajo regímenes democráticos, pero solo el 1.3% de la población vive en una “democracia plena”, citando a Costa Rica y Uruguay”.
5 PAÍSES CAMBIARON DE RÉGIMEN
Los cambios en el tipo de régimen que experimentó LATAM en el 2021; además de superar a cualquier otra región del mundo, perjudicaron su calificación en el índice, ya que cinco países fueron “degradados”:
Chile, que se convirtió en “democracia plena” en el 2019 antes de la pandemia, fue relegado a “democracia defectuosa”; nuevamente Ecuador, México y Paraguay perdieron su condición de “democracias defectuosas” y ahora se denominan “regímenes híbridos”. En el caso del estatus de Haití, tras el contexto político y migratorio pasó de “régimen híbrido” a “autoritario”.
De la misma forma, el puntaje de Nicaragua cayó bruscamente, según el EIU “después de una elección presidencial ficticia celebrada en noviembre de 2021”, el país centroamericano cayó 20 lugares en el ranking mundial de clasificaciones, hasta ubicarse en el 140.
Sin embargo, se presentaron mejoras “modestas” que evitaron un resultado aún peor para la región; como República Dominicana (+0.13); Guyana (+0.24) y Uruguay (+0.24), que fueron los únicos países cuyas puntuaciones mejoraron, mientras que Jamaica, Surinam y Trinidad y Tobago mantuvieron los mismos puntajes generales que en 2020.
TIPOS DE REGÍMENES
Los valores del índice se utilizan para ubicar a los países dentro de uno de los cuatro tipos de régimen:
2. Democracias defectuosas: puntajes mayores a 6 y menores o iguales a 8.
3. Regímenes híbridos: puntaje mayor a 4, y menor o igual a 6.
4. Regímenes autoritarios: puntuaciones menores o iguales a 4.
Cada régimen es identificado de la siguiente manera:
Democracias plenas: países que, además de garantizar libertades políticas y civiles básicas, tienden a sustentarse en una cultura política que conduce al florecimiento de la democracia. El funcionamiento del gobierno es satisfactorio, los medios son independientes y diversos, el poder judicial es independiente. Es un sistema eficaz de frenos y contrapesos.
Democracias defectuosas: países que también tienen elecciones libres y justas y, aunque existan problemas, como las infracciones a la libertad de prensa, se respetan las libertades civiles básicas. Sin embargo, hay debilidades significativas en otros aspectos, incluyendo problemas en la gobernabilidad, una cultura política subdesarrollada y bajos niveles de participación política.
Regímenes híbridos (categoría de Guatemala): En estos países las elecciones tienen irregularidades sustanciales que a menudo impiden que sean libres y justas. Además, demuestran graves debilidades como: la corrupción, esta tiende a ser generalizada y el Estado de Derecho es débil. La sociedad civil es débil. Comúnmente hay acoso y presión sobre los periodistas, y el poder judicial no es independiente.
Regímenes autoritarios: En estos estados, el pluralismo político estatal está ausente o muy limitado. Muchos países en esta categoría son dictaduras absolutas. Algunas instituciones formales de la democracia existen, pero estas tienen poca sustancia. Las elecciones, si ocurren, no son libres ni justas, hay desprecio por abusos y violaciones de las libertades civiles. Los medios suelen ser de propiedad estatal o estar controlados por grupos ligados al régimen gobernante. Hay represión sobre las críticas al gobierno y de censura. No hay un poder judicial independiente.
IMPACTO DEL COVID-19 EN LA DEMOCRACIA
En la edición del Índice de Democracia del 2021 los resultados reflejaron el continuo impacto negativo de la pandemia del COVID-19 en la democracia y la libertad en todo el mundo por segundo año consecutivo.
Según analistas del EIU, la pandemia ha generado una retirada sin precedentes de libertades en democracias desarrolladas y regímenes autoritarios por igual, a través de la imposición de bloqueos y restricciones a los viajes y, cada vez más, la introducción de «pases verdes» que requieren prueba de vacunación contra COVID-19 para la participación en la vida pública.
“Ha llevado a la normalización de poderes de emergencia, que han tendido a permanecer en los libros de estatutos y han acostumbrado a los ciudadanos a una enorme extensión del poder estatal sobre amplias áreas de la vida pública y personal”, dice el informe.
¿QUÉ ES EL EIU?
El Economist Intelligence Unit, fundado en 1946, busca ofrecer una visión profunda y un análisis del desarrollo económico y político en el entorno global complejo, identificando oportunidades, tendencias y riesgos.
