Hace 90 años se terminó la construcción del Empire State en Nueva York, considerado durante 40 años el rascacielos más alto del mundo. Una construcción que se levantó en un periodo de 430 días, un récord en aquel tiempo.
Pero ¿Qué ha cambiado en la forma de construir desde entonces? Poco. Los materiales y la mano de obra siguen siendo los mismos. A pesar de que el sector de la construcción muestra en Guatemala un repunte positivo para el 2021, se estima que siete de cada 10 proyectos no salen en tiempo y presupuesto.
Las nuevas metodologías de administración de proyectos de construcción que ofrecen Escala App garantizan que ocho de cada 10 proyectos puedan ser más eficientes en tiempo, costos y calidad. Esto lo aseguran Pedro Valdés, director general de Escala, empresa mexicana especializada en Proyect Management y Juan Francisco Abril, director general de D&A, empresa dedicada a la gerencia de proyectos inmobiliarios en Guatemala.
El Project Management en construcción es una práctica avanzada en México. Mientras que en Guatemala es un concepto que empieza a ganar terreno por el valor que ofrece, puesto que permite llevar un control exhaustivo de costos, tiempo, calidad y riesgos, entre otros. Este conjunto de facilidades, sirven de ruta para incrementar las probabilidades de éxito al momento de levantar una obra.
Valdés, arquitecto y Abril, ingeniero civil, comentan sobre las ventajas de administrar un proyecto en forma profesional, que permite planificar y, en suma, anticiparse a los problemas. “Una propuesta que prometen, le evitará dolores de cabeza a muchos”.
CRONOGRAMA DE OBSTÁCULOS
Uno de los avances más importantes es que la improvisación ha dado paso a la planificación, de la mano de herramientas tecnológicas. Esto permite predecir resultados. “Con el Empire State se inauguró la programación con ruta crítica, es decir una secuencia lógica de cada etapa de la obra. Ahora esto no es tan complicado. Con el programa Project Primavera pinchas un botón y te genera esta ruta”, expone Valdés.
Ciertamente, la mano de obra es y sigue siendo uno de los grandes desafíos. La falta de personal calificado, alta rotación y bajo nivel educativo son asuntos que no se resuelven del todo y que persisten en la mayoría de los países latinoamericanos. “Les pagas viernes, y el lunes no llegan”, por ejemplo.
Otro de los escenarios son las sorpresas en los costos, que usualmente se disparan al final de la obra. Mala gestión, altas expectativas, modificaciones, alza en materiales, mano de obra, hasta desastres naturales. A esto se suman los atrasos en las licencias de construcción municipales y permisos en diferentes instituciones. Esto puede durar de 12 a 16 meses, según la complejidad del proyecto, indica el ingeniero Abril.
¿Qué es lo usual? el cliente te pide un cambio, dos o tres, y a todos le dices que sí. Al final tienes un sobrecosto del 20%, y atraso en la entrega de la obra, por ejemplo. “Vamos atrás con la información y al final vienen las tragedias”, expone Valdés.
Lo que provoca esto es que el cliente se queda con un sabor amargo de: “no me comunicaste nada y ahora me das este susto…”, lo que los convierte únicamente en clientes en el corto plazo, por la falta de comunicación.
UNA INDUSTRIA EN AUGE
¿Qué hacer ante este panorama? Las modificaciones se analizan, se clasifican, se presentan. Una vez autorizadas por el cliente, se traza una proyección. En suma, Abril considera que la diferencia reside en la comunicación asertiva con el cliente.
Escala también ofrece capacitación en esta materia. Desde libros, cursos sobre la metodología en la empresa privada, así como a nivel universitario. “El objetivo es compartir una cultura de gerencia de proyectos para estudiantes, desarrolladores, inversionistas y poder ejecutarlos también”, indica Valdés.
Actualmente Escala y D&A tienen una alianza con proyectos inmobiliarios en Guatemala. Su ámbito de acción es en lo privado. Parte de la apuesta de la inversión se sostiene al comprobar un mercado emergente en la construcción en Guatemala.